Hoy se cumplen cuatro días del hallazgo de restos óseos y prendas cerca de una plantación de té de Colonia Pindaytí. Hay indicios que marcan que podrían pertenecer a Mirta Marciana Rodríguez (45), quien fue vista por última vez en mayo pasado. En averiguación de lo ocurrido detuvieron a su expareja (42) y aparecen más sospechas sobre este hombre.
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, el día que la mujer debía arribar a la localidad de 25 de Mayo para presuntamente llevarle dinero a su madre, tomó el colectivo desde Salto Encantado pero se habría bajado a mitad de camino, en el cruce de Colonia Pindaytí, sobre la ruta 9.
Para tratar de entender por qué descendió allí, los investigadores creen que habría pautado un encuentro con su ex y se basan en un testimonio. Él le pidió al capataz de la chacra donde trabajaba, que lo llevara hasta un punto de la ruta, ubicado a unos 1.500 metros del cruce. Se cree que luego presuntamente caminó hasta la zona para encontrarse con Mirta, al menos esa es una de las hipótesis.
Por otra parte, cámaras de seguridad de establecimientos que están en el cruce y cerca de allí, registraron a Rodríguez cuando bajaba del colectivo y se dirigía por una calle lateral a la ruta.
A 200 metros aproximadamente de la cinta asfáltica y entre vegetación alta cerca de una plantación de té, hallaron restos humanos sobre los cuales aún resta determinar a quién pertenecen.
Otra de las pruebas que obran en la causa son los elementos que el viernes secuestró el personal de la Unidad Regional XI en la casa donde residía el sospechoso.
En el allanamiento ordenado por el juez Horacio Heriberto Alarcón, hallaron el DNI de Mirta Marciana Rodríguez, los efectivos incautaron una tarjeta de débito, algo de dinero y un pasaje de colectivo.
Hasta el momento el detenido se encuentra como sospechoso de la desaparición de la mujer, luego que testimonios lo vincularan como la persona que intentaba extorsionarla solicitándole dinero.
Respecto a los restos encontrados, suponen que podrían pertenecer a una mujer. En el lugar había prendas femeninas, un calzado y una medallita, las cuales al ser exhibidas a los familiares de Mirta no lo reconocieron primariamente como pertenecientes a ella.
Un cráneo, extremidades, restos de cabellos (cabellera), fueron las únicas partes que encontraron. No se sabía si hubo descuartizamiento o si fue por efecto de arrastre de animales de la zona.
Sobre lo recolectado, el estudio forense no halló fracturas o signos de disparos de arma de fuego. Pero al no haber partes blandas (tejidos) no pudieron determinar cómo murió esa persona.
La Justicia aguarda resultados de ADN para intentar determinar quién era y si se trata de Mirta Rodríguez.









