La línea imaginaria es el espacio puesto por nosotros, que nos separa de los demás.
La línea imaginaria marca hasta donde permitimos que el otro se acerque, nos pida, nos demande.
La línea imaginaria la ponemos nosotros y no es igual para todas las personas, lo único invariable es que no queremos que esa línea sea sobrepasada.
La línea imaginaria nace de nuestra voz interior que percibe al otro y siente hasta dónde quiere que nos brindemos y hasta dónde confiar. Por eso, nuestra línea imaginaria es distinta para cada persona, y marca nuestro espacio seguro.
A veces por temor a que el otro se ofenda, o por no saber decir “no” a tiempo; esa línea es sobrepasada, nos sentimos invadidos, agobiados y mal con nosotros mismos por no habernos respetado y permitido que esa línea se corriera.
¿Cómo hacer para respetarla?
Un primer paso es entender qué miedos escondemos cuando no la respetamos:
1) Que el otro se enoje con nosotros.
2) Que el otro sienta que le fallamos.
3) Que nos deje de querer o de ser nuestro amigo.
El segundo paso es comprender que lo primero para mantener es nuestra paz mental y emocional, y que cualquier cosa que la altere, es un precio muy caro que no vale la pena pagarlo.
Si para que el otro no se enoje, no sienta que le fallamos o nos quiera debemos sacrificar nuestra paz mental y emocional, no sirve, las relaciones fluyen o no y están basadas en el respeto, no en dar el gusto al otro en detrimento de lo que queremos.
A veces las personas pueden alejarse y está bien, lo importante es escucharnos, nuestra intuición nos indica con cada persona hasta donde ir, no es discriminar, es considerar lo que sentimos, lo que está en un plano sutil, donde solo se siente.
Finalmente, tan importante como decir que “no”, es la forma en que lo decimos; esto es fundamental a la hora de respetar nuestra línea imaginaria y de cuidar al otro.
Ser sinceros, respetuosos, empáticos, al momento de decir “no”, pero decirlo todas las veces que nuestra línea imaginaria esté en peligro.
Como afirma William Ury: Decir “No”, significa decirse “Si” a uno mismo y proteger aquello que uno valora.
Natalia Moyano
Contadora con corazón de escritora
IG: @marianataliamoyano








