Por todo lo que está en juego y por las situaciones de ambos, Santa Inés será escenario de una verdadera batalla entre Crucero del Norte y Boca Unidos de Corrientes, por la fecha 18, última de la fase regular del Torneo Federal A.
Más que un partido, será una guerra entre estos combinados, que se verán las caras a partir de las 15, en el estadio Andrés Guacurarí. El árbitro encargado de impartir justicia será el tucumano Nelson Bejas.
Ambos condenados a jugar la Reválida, ahora el foco está puesto en la lucha por la permanencia. Ni uno quiere terminar último en la Zona D y saben que los puntos los necesitan con urgencia de cara a la rueda que se pondrá en marcha el domingo 20, decisiva.
Los dirigidos por Adrián Álvarez, que tomó el cargo tras la salida de Sergio Arias, llegan golpeados y diezmados. La estrepitosa derrota por 5-1 ante San Martín de Formosa solo terminó de confirmar una tendencia que se viene dando ya en gran parte del torneo. Hace diez partidos que los misioneros no ganan y llevan seis caídas en fila.
El dato llamativo- y grave, por cierto- es que en sus últimas cuatro presentaciones perdió en su estadio. Para encontrar una alegría hay que remontarse a la quinta fecha, cuando derrotó de local por 1-0 a Juventud Antoniana, el 12 de abril.
En fin, al mirar los números el panorama es desolador para Crucero y si pretende mantener su lugar en la categoría y evitar que Misiones pierda una plaza en la tercera divisional del fútbol argentino, el cambio tendrá que ser radical en la siguiente fase, donde todos los rivales directos se encuentran a una considerable distancia.
Para su consuelo, si se le puede decir así, Boca Unidos llega con un historial similar y con una pesada mochila en la espalda. Está todo complicado, pero la esperanza es lo último que se pierde, dicen.











