Lo que primero comenzó a investigarse como un asalto millonario en la modalidad motochorro, tuvo un giro y derivó en la detención de la empleada de una estación de servicio y quien sería su cómplice. Poco más de cuatro meses después, ambos recuperaron la libertad luego de reunir los avales para la fianza.
Según pudo averiguar este Diario, el Juzgado de Instrucción 4 de Apóstoles a cargo del juez Miguel Ángel Faria, les fijó una caución real de 15 millones de pesos para que fueran excarcelados.
A fines de abril el magistrado le había denegado el pedido de liberación a la mujer, el cual fue solicitado por su defensor. Pero al completarse el debido caudal probatorio en la causa, hace pocos días les fue fijado ese monto para que siguieran el progreso del expediente en libertad.
Según trascendió, completaron la cantidad al presentar avales a través de bienes, aunque no en efectivo.
Los principales implicados son una mujer de 46 años y un hombre de 61 y exempleado de la estación de servicio.
El caso fue conocido alrededor de las 8.30 del lunes 24 de febrero pasado, en inmediaciones de las calles Lanusse y Alvear de Apóstoles, donde la mujer se dirigía a pie hacia una entidad bancaria ubicada a tres cuadras a hacer un depósito de unos 30 millones de pesos, referido a la recaudación de la empresa.
En ese lugar fue atacada por un sospechoso en motocicleta, quien la golpeó con un hierro en la cabeza para apoderarse del maletín con el dinero. Toda la secuencia quedó registrada por cámaras de seguridad y sobre esas imágenes comenzaron a trabajar los investigadores además del relato de testigos.
Identificaron una motocicleta tipo cross modelo Motard que se dirigió hacia el barrio Francheski. En un allanamiento detuvieron a un hombre de 38 años, sindicado como el motochorro. Secuestraron la motocicleta y una bolsa de consorcio que tenía ropas que habría usado al momento del atraco (según las filmaciones).
A medida que pasaron los días comenzó a develarse lo sucedido, según las pruebas que recabaron los investigadores. La mujer habría actuado en complicidad con el exempleado de la estación de servicio pero necesitaban de alguien que ejecutara el plan.
El 10 de abril pasado fue ordenada la detención de ambos y logró identificarse a un cuarto sospechoso, quien habría sido el que ocultó el botín. Ese mismo día secuestraron un Volkswagen Amarok, una Saveiro y un Fiat Cronos.
Tanto la mujer como el exempleado siguen investigados por el delito de “estafa”.










