OBERÁ. Un carpintero fue condenado a nueve años de prisión porque violó a su hijastro, intentó hacerlo con la hijastra y por la golpiza que propinó a la madre de las víctimas, su concubina, cuando intentó denunciarlo ante las autoridades policiales.El imputado, de 39 años, confesó su responsabilidad en los tres hechos para acceder a un juicio abreviado y a una reducción de la pena que le hubiera correspondido en juicio oral.El acuerdo entre la defensa y la fiscal de Cámara fue homologado por el Tribunal Penal 1 de Oberá, que dictó sentencia con las firmas de sus titulares Francisco Clavelino Aguirre, José Pablo Rivero y Lilia Avendaño.El caso se produjo en San Pedro. Trascendió el 8 de marzo pasado, en horas de la madrugada, cuando la madre de los chicos se levantó para ir al baño, distante a unos treinta metros de la vivienda.Cuando regresó, escuchó ruidos extraños de un sector de la vivienda, más precisamente de la habitación donde dormían sus hijos, una nena de doce años y un adolescente, de 16.Ingresó a la misma y encontró al carpintero, su concubino, encima de la chica.Ambos estaban completamente desnudos.Todo en el mismo cuarto donde dormía -o fingía hacerlo- el varón de 16 años.La mujer reaccionó como un felino y en respuesta, recibió una paliza del depravado.No obstante, eso no fue obstáculo ni impedimento para que lo denunciara ante las autoridades policiales.Tras la correspondiente denuncia, la Policía inició la pesquisa y se puso en contacto con el testigo directo del intento de violación, porque afortunadamente no se llegó a concretar.En esas circunstancias, el adolescente contó que él sí había sido accedido por su padrastro.Lamentablemente, el informe médico policial confirmó lo que decía el menor.El carpintero fue imputado y procesado por el Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente.Las actuaciones fueron elevadas a la instancia de juicio oral y cuando la Justicia se aprestaba a fijar debate para el caso, el imputado decidió reconocer su responsabilidad.No lo hizo por culpa, sino porque las pruebas en su contra eran contundentes.Condenaron a un violador de San VicenteUn changarín, identificado como Hugo Sebastián Ferreyra, fue sentenciado a ocho años de prisión después de confesar que violó a un niño de doce; una lamentable historia ocurrida entre febrero y marzo de 2011 en San Vicente.Al igual que el caso principal, la condena fue homologada por el Tribunal Penal 1 de Oberá.La Justicia consideró probada la trama de la historia. El acusado gozaba de la confianza de los padres de la criatura, debido a que era un ferviente colaborador de la iglesia.Eso hizo que pudiera acercarse a la víctima sin obstáculos, aprovechándose de su situación y de la inocencia de la criatura.Como todo depravado, aguardó el momento oportuno para quedarse a solas con el menor e intimidarlo.Consumado el hecho, el chico contaría que lo amenazaba con matar a sus padres si contaba lo que sucedía.Fue la madre quien se percató que algo malo sucedía. Además, encontraba extraño que el colaborador del religioso se acercara a su casa incluso cuando no había culto, preguntando por su hijo.Un día, al notarlo decaído y triste, le preguntó qué pasaba. El niño le dijo que el depravado lo acosaba, lo molestaba incluso cuando iba a la escuela, pero era demasiado para confesar que lo violaba.Lo hizo días después, en una charla más profunda.El caso conmocionó a San Vicente y a la provincia entera, por las circunstancias de la historia. Ahora, la Justicia condenó al degenerado, aunque el daño quizás sea irreparable.





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