POSADAS. Alivio. Esa es la palabra. Un aligeramiento de la carga. Una disminución del peso. Ellos, los familiares de las víctimas de la Tragedia del Paraná, la eligen para expresar esa extraña sensación que se les presentó esta semana, cuando la Cámara Federal de Apelaciones confirmó el procesamiento de los dos imputados por homicidio culposo que tiene la investigación.“Fue una espera larga, de salir a golpear puertas, hablar con fiscales y jueces, salir a hacer marchas. Fueron tres años difíciles, por eso es un alivio después de tanta lucha”, le comentan a PRIMERA EDICIÓN casi al unísono dos de las familias, horas después del dictamen de la Justicia que dejó firme la resolución sobre el prefecturiano Jorge Lezcano (42) y sobre el organizador de aquella prueba fatídica, Hugo Alfonso (34).Los Bacigalupi y los Leiva representan a las ocho familias que viven envueltas en el dolor desde el 16 de enero de 2010. Se muestran conformes con la última decisión judicial, pero van por más y ahora aguardan por la realización del juicio oral y público que, esperan, se realice en 2013.Preguntas“Nuestro pedido es muy simple. Queremos saber qué fue lo que pasó realmente, por qué salió la competencia, quién la autorizó. Todos los meses llega el 16 y nos hacemos la misma pregunta”, lanza Luciana Bacigalupi, hermana de Mauro (28), el guardavidas que se entregó por otros y murió en el Paraná.Junto a Luciana y su madre, Laura, está hoy María Teresa Almada, quien era esposa de Mauro Leiva (57). Las dos familias volvieron a reunirse para la nota después de un buen tiempo. Antes habían tenido una dura coincidencia: los cuerpos de Mauro y Manuel fueron de los últimos en ser encontrados, casi tres semanas después del cruce que resultó ocho veces fatal.“Claro que es un consuelo, pero no vamos a parar hasta que se realice el juicio oral y público y se sepa bien todo”, reconoce María. Entre todos, dirán después, esperan que los tiempos judiciales no se dilaten más de la cuenta y que el debate se lleve a cabo en 2013.Las últimas noticias del expediente parecen haberle devuelto a las familias la confianza en la Justicia. Es lo único que les queda: saben que nadie les devolverá a los que se fueron para siempre.“Nos parecieron correctos los argumentos de la Cámara de Apelaciones y todo lo que se está haciendo, pero yo creo que todos los que estuvieron en la organización son responsables. Y digo responsables, no culpables, porque tienen que responder por esa responsabilidad que tenían”, explica Laura Bacigalupi cuando se le pregunta si debería haber más gente investigada por la Justicia, incluso en el Paraguay, donde poco y nada se supo del dueño de esas barcazas o del control sobre ellas.No obstante, el avance judicial sirve como leve consuelo. “Ni nosotros ni la gente se olvida de lo que pasó. Por eso esperamos creer en las promesas que escuchamos y que pronto el juicio tenga fecha”, cierra Laura.Nada quita el dolorLa peor faceta de la tragedia, esa que destruyó sueños propios y ajenos, vuelve en cada encuentro con los familiares. Esta vez, se materializa en lo que le falta Manuel a Sofía, una de sus nietas, que hace un par de meses festejó sus quince años.“Él siempre quiso organizar esa fiesta. Nos falta constantemente, principalmente ahora que se vienen las fiestas, porque él era el que hacía los asados, el que abría la sidra. Él era todo en casa”, sostiene María Teresa entre lágrimas.Al lado, Laura deja la última reflexión antes de partir del diario con ese dolor infinito a cuestas: “esto es un alivio, sí, pero más allá de todo este fin de año va a ser igual a los anteriores. Para nosotros ya no va a haber cambios, porque todo cambió ese día. Te ayuda a tener algo de paz, una respuesta, pero sólo eso”. Del hecho al expedienteLa denominada “Tragedia del Paraná” se desató alrededor de las 10.20 del sábado 16 de enero de 2010, cuando un grupo de competidores que protagonizaban la 80ª edición del cruce a nado fueron arrastrados por la corriente hacia una suerte de “embudo” que se formó entre las dos barcazas sojeras ancladas en medio del río.Los 150 nadadores debían unir el puerto de Pacú Cuá (Encarnación) con las costas del Instituto del Seguro (Posadas), pero ocho no lo lograron y se perdieron en las aguas del pariente del mar.Enseguida, familiares y amigos iniciaron una búsqueda que se extendió durante veinte días y que finalizó con el hallazgo de los cuerpos sin vida de Luis Saide (56), Víctor Sessa (36), Fernando Solé Masés (12), Sebastián Ruzecki (19), Nicolás Levequi (14), Eugenio Seró (59), Mauro Bacigalupi (28) y Manuel Leiva (57).Después de varias vueltas entre la Justicia Provincial y Federal, la Corte Suprema resolvió que el caso quedará en manos de ésta última.Así fue que el Juzgado Federal de Posadas procesó al organizador de la competencia y al prefecturiano a cargo del Puerto de Posadas en ese momento. El auto fue confirmado por la Cámara de Apelaciones. La familia Seró también aguarda por el debateLiliana Seró, hermana del profesor León Seró (59), otra de las víctimas de la tragedia, dialogó por vía telefónica con PRIMERA EDICIÓN y dio su punto de vista sobre los últimos avances que tiene la causa en el Juzgado Federal de Posadas, donde se tramita.“Personalmente creo que en el hecho también existió el abandono de persona, y eso no aparece en la causa”, dijo Liliana en relación con el accionar de quienes debían preservar la vida en el momento del episodio.En relación con la confirmación del procesamiento que se dio a conocer el último martes, Seró aseguró que en buena parte se debió a que los familiares “insistimos una y otra vez en ir al Juzgado, con eventos y marchas. Considero que gracias a eso el expediente se ‘movió’ algo, porque si no hacíamos estas cosas íbamos a dejar que el tiempo pase y el expediente seguramente terminaría en algún cajón”.Por último, Liliana reconoció que aguarda con expectativa el debate oral y público contra los responsables señalados por la Justicia. “Espero que el juicio no se demore y que el próximo año se realice”, admitió a la espera de noticias al respecto.Una vez que el magistrado Ramón Chávez cierre la investigación, el caso será elevado a
juicio. Entonces pasará al Tribunal Oral Federal de Posadas, que deberá ponerle fecha al debate.





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