POSADAS. La Cámara Federal de Apelaciones finalmente confirmó el procesamiento de Hugo Alfonso (34) y Jorge Lezcano (42), los dos imputados que tiene la Justicia por las ocho muertes registradas en la competencia de aguas abiertas que tristemente pasó a la historia como la “Tragedia del Paraná”.La resolución fue tomada por el órgano judicial después de poco más de tres meses del auto firmado por el magistrado federal Ramón Chávez, el 22 de agosto pasado, en el que la Justicia Federal le imputó a los dos los delitos de “homicidio culposo”.La confirmación fue firmada ayer por los camaristas Mirta Tyden de Skanata, Mario Boldú y Ana Cáceres de Mengoni, después de varias marchas de los familiares y amigos de la víctima, quienes exigían que la Cámara de Apelaciones se pronuncie al respecto.Así las cosas, la causa continúa avanzando y todo indica que en los próximos meses podría ser elevada a juicio, tal como piden los allegados de los fallecidos prácticamente desde aquel fatídico 16 de enero de 2010.ArgumentosAlfonso y Lezcano fueron procesados en agosto pasado. Inmediatamente, la defensa de ambos presentó un recurso en la Cámara de Apelaciones, que finalmente resolvió no hacer lugar y confirmar el pronunciamiento del juez Chávez.En la resolución, de diez páginas, la Cámara fundamentó el pedido de la defensa de Lezcano, el prefecturiano que estaba a cargo del Puerto Posadas cuando todo sucedió.La defensa había argumentado que la Justicia argentina era incompetente a la hora de juzgar el hecho, ya que el mismo sucedió en aguas jurisdiccionales paraguayas sobre las cuales la Prefectura Naval Argentina no tiene responsabilidad.Al respecto, vale la pena comprender la explicación de la Cámara sobre hechos como estos, en los que pareciera no ser del todo claro a quien corresponde juzgar sobre un delito cuando este, por ejemplo, comienza a ejecutarse en territorio de un estado y queda consumado en otro.“(…) Sobre tales parámetros y, encontrándose fuera de toda discusión que la organización del evento deportivo tuvo epicentro en nuestro país desde donde operó la ininterrumpida secuencia de actividades negligentes y del cual el acervo probatorio reunido así lo indica, ha de concluirse que el eslabón inicial de la cadena de hechos que finalmente concluyó en el resultado muerte, se materializó en territorio argentino”, esbozaron los magistrados.En ese sentido, la Cámara de Apelaciones se apoyó en un antecedente claro y cercano a los misioneros: la tragedia del vuelo 2553 de Austral Líneas Aéreas, que cubría la ruta Posadas- Buenos Aires, el 10 de octubre de 1997 y que se cobró la vida de 74 personas. El avión cayó en Fray Bentos (Uruguay), pero desde el vamos intervino la Justicia argentina ante la serie de negligencias detectadas en la empresa.Por otra parte, el órgano consideró que desde Prefectura era la encargada de suspender el cruce si las condiciones meteorológicas no eran las adecuadas. “La fuerza asumía la decisión final en orden al curso y desarrollo del evento, pues se reservó la potestad de suspenderlo”, concluyeron los jueces después de estudiar el acta firmada por la fuerza y la organización de la prueba, encabezada por Alfonso.Además, sobre la presencia de las barcazas en medio del río -a unos mil metros del lugar de largada- la Cámara reconoció que las mismas debieron ser evaluadas por la fuerza “con el objeto de adoptar los recaudos inherentes al desarrollo de la competición en aras de preservar la seguridad del nutrido número de personas que participaban”.Esta cuestión también recayó en el organizador, quien “de cara al ámbito específico de responsabilidad y a la experiencia que poseía, debía prever la incidencia que tendrían las barcazas fondeadas río abajo de la largada (…). Infringió el deber de cuidado, en atención a que el peligro creado por aquella es el que se concretó a través del deceso de ocho competidores”.La Cámara de Apelaciones finaliza concluyendo que “el acervo probatorio colectado hasta el presente pone al descubierto prima facie la responsabilidad de los imputados cuyas conductas, desde diversos planos, confluyen en una misma y única realidad cual es organizar -Alfonso- y autorizar -Lezcano- la competencia deportiva con elevación del riesgo más allá de lo permitido dada la presencia de un obstáculo -barcazas- cuya incidencia en el cruce a nado derivó en el fallecimiento de ocho competidores -resultado-”. Mañana trágica La denominada “Tragedia del Paraná” se desató cerca de las 10.20 del sábado 16 de enero de 2010, cuando un grupo de competidores que protagonizaban la 80ª edición del cruce a nado fueron arrastrados por la corriente hacia una suerte de “embudo” que se formó entre las dos barcazas sojeras.Los 150 nadadores debían unir el puerto de Pacú Cuá (Encarnación) con las costas del Instituto del Seguro (Posadas), pero ocho no lo lograron y se perdieron en las aguas del pariente del mar.Enseguida, familiares y amigos iniciaron una búsqueda que se extendió durante veinte días y que finalizó con el hallazgo de los cuerpos sin vida de Luis Saide (56), Víctor Sessa (36), Fernando Solé Masés (12), Sebastián Ruzecki (19), Nicolás Levequi (14), Eugenio Seró (59), Mauro Bacigalupi (28) y Manuel Leiva (57). “Es un alivio, una tranquilidad”Minutos después de conocerse la confirmación del procesamiento a los dos imputados que tiene la causa, Luciana Bacigalupi, hermana de Mauro, una de las víctimas, dialogó con PRIMERA EDICIÓN y brindó las sensaciones de las familias que tanto marcharon y marchan por justicia.“Después de todas las idas y vueltas, de las marchas que se hicieron en el juzgado, de todos los movimientos, esto es un alivio, una tranquilidad para nosotros”, contó la joven, quien aseguró que ahora esperan que la causa sea elevada a juicio próximamente.





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