POSADAS. Un mismo acto de colación reunió, una vez más, a los adultos mayores residentes del Geriátrico de Miguel Lanús y a los pequeños del jardín de infantes que funciona dentro del premio del monoclínico. La ceremonia de clausura del ciclo lectivo 2012 de la Escuela para Adultos 65 y el Jardín de Infantes Unidad Geriátrica tuvo lugar este jueves. Contó con una nutrida cantidad de padres de los niños de sala de 5 años que egresaron del jardín para hacer su ingreso a primer grado y por su puesto, con los adultos mayores residentes en la unidad geriátrica que recibieron sus certificaciones. “Fue un año de mucho trabajo que conjugó alegrías y tristezas, pero siempre con un enorme compromiso aportado desde el lugar de los abuelos como así también de los docentes de la escuela”, señaló la directora de la Escuela de Adultos 65, Marcela Jurkiewicz, que organizó el acto junto a su par, la directora del jardín, Lourdes Granada. En el acto estuvieron presentes la directora del Geriátrico, la médica Mirta Clara Soria, y la vicepresidenta del Consejo del Adulto Mayor, Norma Catalano. Proyecto intergeneracional La directora de la Escuela para Adultos 65 agradeció a los padres presentes por haber fomentado en sus hijos el amor y el respeto a los adultos mayores y de manera muy especial se dirigió a sus queridos alumnos resaltando su compromiso, paciencia y el amor con el que transitaron el año. “Los comprometo a todos a seguir trabajando por una vejez activa y por mantener vivo el proyecto intergeneracional que fomente el respeto al adulto mayor y ponga en valor sus conocimientos y vivencias”, remarcó. Luego tomó la palabra la alumna Julia Pérez Chico, de 93 años. Con los ojos húmedos y emocionada por haber recibido su certificado agradeció al hospital, a la escuela y a todo el personal “siento a estas instituciones como mi hogar”, aseguró y luego pidió a sus pares que cuiden y mantengan todo lo que con gran sacrificio ahí se les brinda, para que el día de mañana otros abuelos puedan gozar de los mismos beneficios, lo que fue coronado con un muy fuerte aplauso y algunas lágrimas.Al término de la entrega de los certificados, alumnos, padres y docentes compartieron una riquísima torta hecha por el personal de cocina del Geriátrico. Y como broche de oro y para sorpresa de todos los presentes llegó Papá Noel, quien repartió golosinas a los niños y abuelos con su tradicional “Jo, jo, jo”.





Discussion about this post