POSADAS. El libro “Desarrollo y Ciudadanía en Misiones”, un compendio de nueve años de investigación de los especialistas Fernando Jaume y Alina Báez, es uno de los más recientes trabajos que arrojan luz y claridad al problema de la pobreza extrema en Misiones, entre otros abordajes que realiza. Se presentó en mayo pasado y se publicó por la Editorial Universitaria de la UNaM.En la obra “hay intervenciones ligadas a los temas de salud, trabajando sobre algunos casos extremadamente tristes de lo que es la vulnerabilidad social donde han fracasado los intentos de “ciudadanizar” a la gente que no tiene para comer en el día a día, que vive en situación de hacinamiento y de degradación terrible y a la que le resulta muy difícil hacer compatible su vida con programas de desarrollo local”, explicó la doctora Alina Báez, en una entrevista de presentación con un medio local.“Los problemas de educación, vivienda, acceso a servicios básicos como el agua y la atención a la salud son definidos hoy como determinantes de pobreza, entonces voy a usar una frase, que es la que tomamos con la coautora del capítulo del libro que me corresponde que es: ‘Si no se resuelven estos problemas primero, no hay ejercicio de ciudadanía posible, no hay ciudadanos’. Y Misiones tiene cifras elevadas, preocupantes, persistentes de población en situación de pobreza. Creo que hay que lograr una concertación en la que se tomen en cuenta estos aspectos y pensar en dos ejes todo el tiempo: lo coyuntural y lo de mediano y largo plazo”, se explayó la investigadora. Por otra parte, desde Cáritas Posadas advirtieron que los bolsones de pobreza y asentamientos precarios en espacios verdes, públicos y privados se vuelven cada vez más frecuentes en la ciudad.Crecen cada vez más en Posadas y son el reflejo de familias excluidas del sistema, sin trabajo ni vivienda, con pocas posibilidades de enviar a sus hijos a la escuela y de alimentarlos como corresponde.En declaraciones a un canal local, algunas semanas atrás, Graciela Figueredo, Directora de Cáritas Posadas, afirmó que proliferan los asentamientos en espacios verdes y hasta en calles. Dio cuenta además de las tareas que se están realizando, que incluyen la creación de merenderos, viviendas y capacitación en el sector de la construcción para brindar ayuda a un número cada vez más grande de carenciados.Uno de los estudios más creíbles, en cuanto a estadísticas, reveló en su último informe que un 22% de la población del país vive debajo de la línea de pobreza, y gran parte de ese porcentaje por debajo de la indigencia.Lo reveló el Observatorio de la Deuda Social Argentina que se realiza en la Universidad Católica. Y remarca con certeza que las provincias del norte, puntualmente como Misiones, tienen índices que están por encima de la media nacional.En el mismo sentido, Agustín Salvia (coordinador de la Encuesta sobre la Deuda Social Argentina) apuntó que “la pobreza estructural no cede y esa persistencia tiene que ver, en parte, con el mercado de trabajo en tanto el modelo económico no ha logrado generar un proceso de inclusión del sector informal de la economía”.Pero agrega, además, que “para una parte importante de esta población ya hay una cultura de la marginalidad y de la pobreza, instalada desde hace años y que hace muy difícil su incorporación a los formatos de empleo tradicionales: la economía argentina no ha sido capaz, hasta ahora, de generar nuevos empleos o formas de empleo alternativas para que los sectores informales se puedan incorporar a una actividad regular y productiva”.La asistencia social no promete mejorar la situación en 2013 y los planes sociales, que algunas veces sirven para auxiliar casos de pobreza extrema, crecerán menos que la inflación prevista y las sumas fijas perderán valor real frente al aumento de precios; según lo demostró un informe del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC).A pesar que la asistencia es siempre insuficiente, el número de personas asistidas es tremendamente alto, lo cual revela la necesidad y urgencia que padece este sector de la población. El Indec estimó en julio pasado que la pobreza en Posadas alcanza solamente al 12,5% (la medición más reciente) sin embargo un convenio entre Desarrollo Social de la Nación con el gobierno de Misiones revela que los números son más elevados. Se trata de un acuerdo para asistir por 29 millones de pesos mensuales a 20 mil familias posadeñas en situación de pobreza y derechos vulnerados. Calculando que cada familia se integra con cuatro integrantes se llega rápidamente a la conclusión de que la asistencia se extiende a 80 mil personas, casi el 20% de la población total de la capital provincial; dejando de lado otros múltiples canales de asistencia nacional, provincial y municipal que elevarían a mucho más del 20% la población pobre de Posadas.El convenio se reveló a través del decreto 709, del 13 de junio pasado y se enmarca dentro del “Programa de Seguridad Alimentaria – Componente Abordaje Federal 2012”.





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