Luego de unas semanas de receso, quisiera compartir con ustedes un artículo, relacionado a un tema actual, vivenciado por una gran cantidad de trabajadores, en diferentes ámbitos de desempeño, como es la Violencia Laboral. En el ámbito empresarial, la violencia y el acoso nacen del encuentro entre el ansia de poder y la perversidad. Las grandes perversiones destructivas son menos frecuentes, pero las pequeñas perversiones cotidianas se consideran triviales. En el mundo del trabajo, los procedimientos de acoso están mucho más estereotipados que en la esfera privada. Sin embargo, no por ello son menos destructivos, aun cuando las víctimas estén menos expuestas a sus efectos en la medida en que, para sobrevivir, eligen marcharse en la mayoría de los casos (baja por enfermedad o dimisión). Los procedimientos de acoso se denunciaron por primera vez en la esfera pública (mundo del trabajo, política, asociaciones). Así lo hicieron, por ejemplo, las obreras de Maryflo, una serie de víctimas que se unieron para hacer saber que lo que estaban viviendo era insoportable.Algunas consideraciones…Por acoso en el lugar de trabajo hay que entender cualquier manifestación de una conducta abusiva y, especialmente, los comportamientos, palabras, actos, gestos y escritos que puedan atentar contra la personalidad, la dignidad o la integridad física o psíquica de un individuo, o que puedan poner en peligro su empleo, o degradar el clima de trabajo.Aunque el acoso en el trabajo sea un fenómeno tan viejo como el mismo trabajo, hasta principios de la década de los noventa no se lo ha identificado como un fenómeno que no sólo destruye el ambiente de trabajo y disminuye la productividad, sino que también favorece el absentismo, ya que produce desgaste psicológico.Esta guerra psicológica en el lugar de trabajo incluye dos fenómenos:-el abuso de poder, que los asalariados no siempre aceptan, y al que pueden desenmascarar con rapidez.-la manipulación perversa, que engaña con insidias y causa muchos más estragos.El acoso nace de forma repentina y se propaga insidiosamente. Al principio, las personas acosadas no quieren sentirse ofendidas y no se toman en serio las indirectas y las vejaciones. Luego, los ataques se multiplican. Durante un largo período y con regularidad. La víctima es acorralada, se la coloca en una posición de inferioridad y se la somete a maniobras hostiles y degradantes.Uno no se muere directamente de recibir todas estas agresiones, pero sí pierde una parte de sí mismo. Cada tarde, uno vuelve a casa desgastado, humillado y hundido. Resulta difícil recuperarse.¿Qué significa el Mobbing? Según Heinz Leiymann “ Es la situación en la que una persona ejerce una violencia psicológica extrema de forma sistemática y recurrente, al menos una vez por semana, durante un tiempo prolongado, sobre otra persona o personas en el lugar de trabajo con la finalidad de destruir la comunicación de la victima o victimas, destruir su reputación, perturbar el ejercicio de su trabajo,y lograr que finalmente esa persona o personas sean eliminadas de la organización”.El Acoso Laboral es un fenómeno del que nadie puede estar a salvo. Puede aparecer en cualquier nivel jerárquico y en cualquier momento, y afectar tanto a hombres como a mujeres. El acoso moral o psicológico puede definirse como:“La situación en la que una persona o grupo de personas ejercen un maltrato modal o verbal, alterno o continuado (de forma sistemática) en el lugar de trabajo hacia un/a trabajador/a, buscando con ello, desestabilizarlo, aislarlo, destruir su reputación, deteriorar su autoestima, disminuir su capacidad laboral, y así poder degradarlo y eliminarlo progresivamente del lugar de trabajo que ocupa”. Entonces, digo que "Mobbing" en definitiva, es aquel acoso que se produce en el lugar de trabajo con el objetivo de intimidar, apocar, reducir, aplanar, amedrentar y consumir emocional e intelectualmente a la víctima con vistas a eliminarla de la organización o a satisfacer la necesidad insaciable de agredir, controlar y destruir que suele presentar el hostigador, que aprovecha la situación que le brinda la situación organizativa particular(reorganización, reducción de costes, burocratización, cambios vertiginosos, etc.) para canalizar una serie de impulsos y tendencias psicopáticas. ¿Cuándo se inicia y cuál es la modalidad?Es habitual que una situación de acoso psicológico/moral, comience repentinamente con un cambio brusco en la relación entre el acosador y la persona que, a partir de entonces, se va a convertir en el objeto de su acoso. La relación, que hasta entonces ha podido ser neutra o incluso positiva, se torna negativa. Ello produce la confusión de la víctima que se interroga una y otra vez acerca del por qué de sus problemas con el acosador, y se analiza tendiendo a encontrar en ella misma la causa del acoso, desarrollando sentimientos de culpabilidad y vergüenza.El cambio en la relación suele venir motivado por los celos, la envidia, la competición, la promoción de la persona, o la llegada al lugar de trabajo de un nuevo trabajador/a.La primera manifestación de acoso suele ser que la víctima es objeto de las críticas sistemáticas, feroces e injustificadas hacia su trabajo, su aspecto físico, o sus ideas y planteamientos en relación al trabajo que realiza. Ello, a pesar de que anteriormente su trabajo hubiera sido evaluado positivamente o incluso excelentemente.A partir de ahí comienza la sistemática persecución de superiores o compañeros que se dirigen a deteriorar y denigrar la imagen pública del trabajador, afectándola mediante calumnias, rumores, mentiras interesadas, burlas y motes.La persona es aislada negándosele la comunicación con el acosador y prohibiéndose explícita o tácitamente que el resto de trabajadores tengan relación o no. A veces los propios profesionales le preguntan al trabajador: "¿Por qué cree que le está pasando esto?" Como docentes, muchas veces se viven situaciones de violencia laboral y a pesar de la prescripción medica-psicológica-psiquiatrica ( donde se solicita por ejemplo “licencia laboral por razones de Depresión reactiva al ambiente laboral o Stres Laboral); nos encontramos con planteos como: “Ud sabe que la docencia tiene esos condimentos…debería re-pensar su vocación…Las instituciones tienen siempre directores complicados…paciencia” como si se tratara de “NATURALIZAR la VIOLENCIA” y seguir sosteniendo sistemas o gestiones enfermas. Exponerse a estos planteamientos es de por sí una situación de violencia que se suma a las ya vivid
as. Aquí se revictimiza al trabajador y no se ayuda en nada. La cosa es que es el profesional quien debe responder a partir de sus conocimientos y de su capacidad de análisis de la problemática POR QUÉ se están violando los derechos de un trabajador o de una trabajadora. Preguntarle a una mujer que trabaja qué hizo para que la insulten, qué hizo para que la maltraten, qué hizo para que le restrinjan tareas, espacios, responsabilidades, qué hizo para que la aíslen, qué hizo para que no le reconozcan sus derechos laborales consagrados por la ley, qué hizo para que la traten como si fuera invisible o para que la calumnien y la difamen, es indignante. Es lo mismo que preguntarle a una mujer que sufre violencia sexual qué hizo para provocar al hombre. Mi respuesta a la pregunta acerca de por qué creo que las organizaciones laborales ejercen violencia sobre un trabajador o sobre determinados trabajadores es ésta: PORQUE PUEDEN. Existe una relación asimétrica, una enorme desigualdad de poder y de recursos entre el empleador y el trabajador. El trabajador en desigualdad de condiciones, cuando la empresa tiene un modelo de gestión perverso, está en situación de vulnerabilidad. No les sucede a todos los trabajadores porque lamentablemente muchos trabajadores encuentran el modo de convertirse en engranajes perfectos de ese modelo de gestión perverso, son funcionales, son útiles, son serviles. Quienes no aceptan ser un engranaje de un sistema inmoral, y al mismo tiempo no cuentan con redes sociales fuertes y adecuadas (contactos, influencias, respaldo familiar, económico y político), quedan en el ojo de la tormenta. Por eso, preguntar qué hizo una mujer trabajadora para que la empresa esté ejerciendo violencia laboral sobre ella me parece vergonzoso. En resumen, creo que el problema no es la falta de leyes, sino la falta de voluntad de los sectores del poder público y privado para hacer que esas leyes se respeten.Colaboración de Myrian Mabel Báez Lic. en Psicopedagogí[email protected]
Discussion about this post