Otra vez la propuesta es ir “todos juntos”, “levantar la mochila de la pesada herencia”, “resolver los problemas estructurales que nos dejaron”. Otra vez la apelación permanente a que “entre todos” resolvamos el problema. Otra vez malas noticias para alcanzar futuros inciertos. La conferencia de prensa a la que hace una semana convocó Macri se desintegró, una vez más, en exhortaciones al optimismo. No hubo datos, no hubo respuestas concretas a preguntas claras sobre “cómo va a resolver el problema de la inflación”, o “cómo se resuelve el alto desempleo”. Las culpas vuelven a ser del pasado y en gran medida es así. Pero que la única responsabilidad que se atribuya este Gobierno sea el de haberse impuesto expectativas demasiado altas suena a tomada de pelo.El kirchnerismo se encargó de dejar varias bombas de tiempo para el que siguiera a Cristina Fernández de Kirchner, eso también es innegable. Pero convendría que la actual administración se hiciera cargo de errores mucho más gruesos que las altas expectativas.Por ejemplo hacerse cargo de no haber hecho las cosas a tiempo reservando el ajuste que ahora será el doble de costoso para los argentinos. Hacerse cargo de haberse confiado, de haber especulado con que las inversiones llegarían nada más que porque eran lo opuesto al kirchnerismo. Hacerse cargo del haber actuado con soberbia, sin tomar nota del pasado, sin tener perspectiva.Quizás la única cuestión en la que no quedaron dudas fue en la aplicación de retenciones al campo. El Presidente lo descartó ayer, pero lo hizo poniendo de ejemplo a las economías regionales, casualmente los sectores más castigados por la política económica nacional a través de costos laborales y tarifas. No importa, hacia donde estemos yendo vamos juntos.
Discussion about this post