La Cooperativa de Montecarlo despidió a tres empleados pero en la sede de El Alcázar rechazan la responsabilidad.Funcionarios de la Cooperativa Eléctrica de Montecarlo Limitada (CEML) indicaron que continúan las investigaciones por las conexiones irregulares de agua y energía detectadas en El Alcázar.
Es que, según el último informe presentado, de los 2.400 socios que registra la localidad, al menos 20% tenía múltiples irregularidades en sus mediciones, sin embargo desde la entidad estiman que esta cifra ya fue ampliamente superada debido a que continúan apareciendo lecturas truchas.
Seguimos investigando y se siguen detectando irregularidades. Todavía no tenemos la real magnitud de esta situación y con el devenir del tiempos seguimos encontrando conexiones de este tipo en El Alcázar, señaló al respecto el presidente de la CEML, Rubén Stockmayer.
Indicó que las tareas de control se llevan adelante en las colonias de El Alcázar, y adelantó que los resultados de este relevamiento se darán a conocer en una asamblea de delegados prevista para los próximos días.
Seguimos cruzando datos de los medidores con los registros del sistema para detectar cualquier tipo de error, manifestó Stockmayer.
Cabe destacar que el Consejo de Administración realizó una auditoría interna y resolvió el despido de tres empleados, y la sanción de otros tres, por considerarlos responsables de estas operaciones que perjudicaron el patrimonio de la cooperativa.
Por todo esto, se encuentra en análisis una posible presentación judicial contra los trabajadores.
Consecuencias
Asimismo, Stockmayer confirmó que 16 representantes de la entidad presentaron su renuncia, entre ellos el 70% de los delegados, además del consejero titular y suplente ambos de El Alcázar, en rechazo a las medidas adoptadas por la cooperativa.
Es la segunda vez, desde que asumí como presidente de la Cooperativa, que me toca obrar en consecuencia de situaciones irregulares. Nosotros hicimos un sumario y través de un dictamen se tomó esta decisión sobre el personal de El Alcázar. Por ahora, empleados de Montecarlo cubren los espacios de manera circunstancial hasta que determinemos cómo brindar el servicio de manera definitiva, detalló Stockmayer.
Uno de los que renunció como delegado fue Oscar Geisler, quien también se desempeñó durante siete años como presidente de la cooperativa, y señaló que las renuncias surgieron a partir de los despidos y del circo que armaron en torno a la auditoría.
Nosotros interpretamos que las medidas tomadas tienen un tratamiento muy superficial del problema, y con consecuencias sobre la vida de personas, que si bien tienen responsabilidades, no son los únicos culpables de todo, apreció.
Y remarcó que las responsabilidades deberían exigirse hacia arriba.
Se tiene que exigir a todos los jefes y funcionarios de alto rango, incluso hasta al presidente de la entidad, sostuvo.
Apuntó que durante su gestión se trabajó para dejar una cooperativa solvente y en funcionamiento. Ahora faltan los detalles que hacen al perfeccionamiento del servicio, concluyó.
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