Un roce, una patada de más, un insulto y una pelea después de un partido de fútbol terminó con Lucas Ivan Rivero (18), muerto a cuchillazos. Por ese hecho ocurrido el 4 de junio de 2016, ayer, el Tribunal Penal 1 de Oberá condenó a los agresores.
Silvio Orlando Méndez, hoy de 29 años, fue sentenciado a una pena de diez años de prisión. En tanto, quien también participó del crimen, un menor de 17 años, también fue hallado penalmente responsable del homicidio. La sentencia fue remitida al Juzgado Correccional que determinará las actuaciones contra su persona.
Los acontecimientos que derivaron en el asesinato ocurrieron entre las 15.30 y las 16 horas de esa tarde de otoño, en una cancha del barrio Caballeriza de Oberá. A medida que transcurrían los minutos el partido empezó a caldearse. Como suele ocurrir, una entrada brusca generó una reacción que escaló en intensidad. Se desató una pelea a puños y patadas pero en un determinado momento Méndez y el menor irrumpieron en la trifulca contra Rivero, quien recibió cuatro puñaladas. Dos le dieron en el brazo derecho y las otras dos en el hemitórax izquierdo.
La profundidad de estas dos últimas estocadas lo hicieron perder la estabilidad y terminó caído en el suelo. Sangraba profusamente. Sus compañeros lo llevaron de urgencia hasta el hospital SAMIC pero ya era tarde. El joven de 18 años apenas duró algunos minutos con vida.
Fue su padre el que dio aviso a los policía acerca de los agresores. Estos terminaron detenidos a las pocas horas.
Para este lunes 22 estaba previsto un debate oral y público por el cual iban a desfilar al menos diez testigos. La gravedad del hecho y las pruebas que había en contra de los dos imputados los llevaron a aceptar un acuerdo entre la fiscalía y la defensa por un juicio abreviado.
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