Internos de la Unidad Carcelaria 7 de Puerto Rico, presentaron su primer trabajo discográfico Sin Fronteras, en el que conjugan ritmos regionales y canciones en castellano y portugués.El conjunto, integrado por Miguel, en acordeón y voz; Alfredo, en guitarra y voz; Ricki, en guitarra y voz; y Omar, en guitarra y voz, agradeció el apoyo de los compañeros del penal y sus autoridades como el padre Carlos Chatelain y la directora Adriana Knebel, quienes llevaron adelante el proyecto con la colaboración y adquisición de los instrumentos y las horas de ensayos.
Sin Fronteras se terminó de grabar en marzo de este año y consta de catorce canciones en idiomas de la región.
Esto es muy lindo, porque a parte de estar prohibido de la libertad, esto es una nueva oportunidad, expresaron los integrantes.
Entusiasmado con el nuevo trabajo, el grupo arranca con los ensayos a las 9. Incluso pierden las horas libres para salir al patio que canjean para practicar y mejorar algunas melodías y no descartan que en los próximos meses se pueda concretar el lanzamiento del segundo disco con nuevas canciones. Pero a lo que apuntan ahora es a seguir contando con el reconocimiento y el apoyo de su entorno.
En lo musical cada uno tiene cierta experiencia. El grupo está integrado por dos músicos de Puerto Rico y dos de El Soberbio. Un día nos juntamos, hablamos y tuvimos la aprobación de los internos y personal de la unidad penitenciaria. Pero jamás pensamos que podríamos grabar un CD, coincidieron los integrantes de la banda.
Los artistas dedicaron el trabajo a sus familias y, en especial, a todas aquellas personas que detrás de las rejas vieron con buenos ojos el trabajo que llevaban adelante.
Agradezco el apoyo de mis padres y mis cuatro hijos, espero que sea una escuela para nosotros. A veces cometemos errores y lo pagamos muy caro. Una equivocación se puede arreglar y hay que hacerlo de la mejor manera, reflexionó uno de los miembros.
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