Productores manifestaron su preocupación por el desguace de la Subsecretaría de Agricultura Familiar. Temen perder el asesoramiento. Desafectaron a técnicos que trabajaban desde hace 30 años en la Provincia.
Los despidos en la Subsecretaría de Agricultura Familiar (SAF) de la Nación afectaron también a los productores que reciben la asistencia y el acompañamiento de estos técnicos en varias localidades de la provincia, en algunos casos desde hace más de 20 años.
En lo que va de 2018 ya fueron despedidos 150 empleados de ese organismo que colaboran y asesoran a los pequeños productores familiares en todo el país.
Desde el inicio de la gestión de Cambiemos ya suman 330 despedidos en el Ministerio de Agroindustria de la Nación y 213 del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA).
Al respecto se manifestó el delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Juan Manuel Skupieñ, quien comentó que con el achicamiento del Estado comenzaron a llegar cartas documento a trabajadores, entre ellos uno con casi 30 años de servicio como Raúl Gorriti.
Según detallaron desde ATE, en la provincia de Misiones, los despidos en las oficinas de la SAF ya suman 17 (siete en Eldorado, tres en San Pedro, dos en Posadas, y uno en Bonpland, El Soberbio, Andresito, Montecarlo y San Vicente).
Alternativa
Sobre esta situación, también se expresó Miriam Samudio de la Asociación de Productores Independientes de Puerto Piray quien contó que desde el año 2000 trabajan con Raúl Gorriti y Gabriela Bobadilla, dos de los despedidos.
Desde el comienzo contamos con asesoramiento de técnicos del entonces Programa Social Agropecuario (PSA). Raúl Gorriti y Mariela Bobadilla empezaron con nosotros el proceso de conformación de la asociación, primero con la planificación y una vez que se consolidó bien el grupo con el acompañamiento en la parte productiva. La finalidad de todo esto era el desarrollo de una alternativa para la alimentación de las familias de la zona, relató Miriam.
Recordó que la falta de fuentes laborales movilizó a los productores para buscar distintas formas de trabajar la tierra.
Comenzamos plantando productos para el autoconsumo. Criamos animales y teníamos huevos siempre con la ayuda de los técnicos que pasaron a ser nuestros amigos. Ya en el 2007 nos armamos como asociación, y en el 2016 nos conformamos como cooperativa en la zona del Alto Paraná, detalló Miriam.
En este sentido, enfatizó que para los productores fue muy importante el acompañamiento que recibieron desde Agricultura Familiar.
Gracias a ellos se abrió una escuela del SiPTeD (Sistema Provincial de Teleducación y Desarrollo) donde muchos terminamos la secundaria. Gracias a ellos soy egresada de la escuela. También nos ayudaron a darle un valor agregado a nuestros productos, en todo lo que es la comercialización y la producción, destacó Miriam.
Apreció que en estos momentos la cooperativa de productores en Piray se encuentra en una etapa muy importante de capacitación para la comercialización de productos, y el cuidado de la tierra para la alternancia de cultivos. Ambos proyectos podrían quedar truncos ante el desguace de Agricultura Familiar.
Es un dolor muy grande el que sentimos ante esta situación, despidieron a gente trabajadora que hasta hace una semana atrás estaba con nosotros en la tercera cosecha del maíz. Raúl (Gorriti) nos vino a dar una capacitación para el cuidado de la tierra sin el uso de agroquímicos y estuvo cosechando en la chacra, reveló.
Crecimiento
Miriam Samudio recordó que la Asociación de Productores de Piray comenzó con 30 familias, y hoy ya suma 84. Sostuvo que durante todo este proceso de organización, planificación y crecimiento recibieron el apoyo técnico.
Al principio plantábamos cualquier cosa y todo era para autoconsumo, después comenzamos a criar cerdos, a comprar vacas y eso amplió nuestra mirada sobre las cosas que queríamos plantar, apuntó Miriam.
Cabe señalar que las familias de esta zona recibieron en el 2016, un total de 166 hectáreas de tierra de la firma chilena Arauco, que fueron destinadas a la producción de alimentos.
Se entregó una hectárea a cada una de las 53 familias del proyecto y el desafío era poder abonar y producir esa tierra. Nosotros nos animamos y hoy son 80 las hectáreas en donde se plantan maíz, zapallo, calabaza, mandioca, sandía, poroto y otras verduras. Nos sorprendió mucho la calidad de la tierra y este año queremos intercalar los cultivos, eso ayuda para que los bichos no ataquen las huertas, relató Miriam.
Advirtió que son varios los grupos técnicos que trabajan en distintas localidades de la provincia que podrían ser afectados por los despidos.
La base operativa está en Eldorado y son varios los equipos que trabajan con organizaciones de campesinos y productores. Nos da miedo perder su ayuda, no sabemos hasta cuándo vamos contar con el acompañamiento técnico. La alimentación soberana es una de nuestras piernas, nos la están cortando con la finalidad de este proceso y de esos sueños que tenemos de ir mejorando nuestras tierras, lamentó.
Capacitaciones
Otro de los preocupados por los despidos es Martín Kleis, de la organización de Productores Unidos de Santiago de Liniers.
En el año 2005 vieron técnicos del en aquel momento Programa Social Agropecuario, convocaron a los vecinos y logramos un montón de cosas. En mi caso yo soy nieto de productores y habían muchas cosas que desconocía del trabajo en la chacra como el sistema de huerta, los invernaderos y además no contaba con el equipamiento adecuado porque no tenía los recursos, señaló el productor.
Posteriormente, detalló que gracias a los técnicos de Agricultura Familiar, los colonos de Liniers pudieron capacitarse y acceder a subsidios.
Conseguimos fondos para construir invernaderos y gallineros, antes teníamos a las gallinas durmiendo en los árboles y eso cambió. Tuvimos nuevos conocimientos gracias al asesoramiento directo y el acompañamiento caso por caso. Es un trabajo muy estrecho el de los técnicos con los productores, agregó.
Y sentenció que los despidos los perjudican mucho porque si bien desde hace tiempo no hay financiamiento para proyectos nuevos, sí es necesario el asesoramiento para mantener en funcionamiento aquello que ya está en pie.
Logramos una fábrica de alimentos balanceados para alimentar a las gallinas. Es muy caro conseguir estos productos, ya que vienen de otras provincias, entonces logramos construirla mediante un subsidio. Está trabajando muy bien, pero necesitamos el apoyo de esos técnicos que tienen mayores conocimientos, se manejan mejor buscando precios, nos asesoran y traen soluciones, argumentó Kleis.
Somos 35 familias de productores en Santiago de Liniers que necesitamos a los técnicos, remarcó.
También una productora que integra la Feria Franca de Liniers, llamada Julia, señaló que los técnicos de la SAF son como parte de la familia.
Ellos nos enseñaron a darle valor agregado a nuestra producción, a comercializarla debidamente, a preparar los mejores abonos orgánicos, a darnos cuenta cuando tenemos animales enfermos, a trabajar debidamente la tierra, relató. Por último aseguró que los técnicos siempre están junto a ellos en la chacra y en la huerta.
Somos parte de esta lucha desde hoy porque los feriantes los necesitamos, concluyó.
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