En un manifiesto conjunto como referentes religiosos y pastores llamados a defender la vida, elevaron el documento a las autoridades provinciales.
Una proclama en la cual se rechazó el debate a favor de la despenalización del aborto, fue el motivo de reunión de un grupo de referentes de distintos credos y comunidades religiosas, llevada a cabo ayer por la mañana en la plaza 9 de Julio.
Durante el encuentro, se leyó públicamente un documento, en donde, mediante un pronunciamiento conjunto se sentó la firme posición en contra del proyecto de ley de aborto seguro y gratuito que busca garantizar a la mujer el derecho a realizárselo de forma voluntaria, en cualquier establecimiento de salud y sin autorización judicial alguna.
Se plantea un eufemismo porque el aborto produce la muerte de un niño por nacer. Se lo plantea como solución a la muerte de mujeres por abortos clandestinos pero es legalizar la muerte de los niños por nacer, especifica el texto en uno de sus tramos.
La proclama, que lleva la firma de todos los religiosos presentes enfatiza cuatro puntos sobre los cuales se apoyaron para rechazar el debate: Primero, estamos a favor de la vida del niño por nacer y de la madre; segundo, estamos en contra del proyecto de Ley de interrupción voluntaria del embarazo; tercero, el Estado debe defender la vida de cada habitante desde la concepción hasta la muerte natural y cuarto, el Estado debe auxiliar a las mujeres en situación de vulnerabilidad, siempre defendiendo la vida de madre e hijo, sin permitir el descarte de ninguno de ellos, leyó el sacerdote de la parroquia San Antonio, Luis Alonso.
Tras la lectura del texto, una copia, que fue firmado por todos los presentes, fue entregada a la subsecretaria de Cultos de la provincia, Rossana Barrios, presente en el acto y a quien se le solicitó que sea elevado a los legisladores nacionales quienes comenzaron a debatir en comisión los proyectos para la interrupción voluntaria del embarazo.
Defender la vida será una tarea de todos, de quienes creen en Dios y de quienes no lo hacen. Sin lugar a dudas esta defensa deberá reunir fuerzas y compromiso para lograr de manera concreta poner voz a quienes no la tienen, dejando de lado las diferencias entre credos o entre comunidades religiosas y políticas. Decirle que sí a la vida, respetarla y comprometerse con ella es una tarea de todos los que buscamos el bien común. Fue parte de la declaración que consistió en la lectura de un acta en favor de la vida, posteriormente se leyó un comunicado de ACIERA (Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina) y el comunicado de los Obispos de la Conferencia Episcopal Argentina en relación al aborto.
Tenemos que escuchar las otras voces
Tras el encuentro PRIMERA EDICIÓN recogió opiniones, entre ellas la de la subsecretaria de Culto: Mi opinión es personal y como cristiana acompaño la defensa de la vida teniendo en cuenta tanto a la madre como al niño por nacer pero también tenemos que escuchar las otras voces y no hay que ser intolerantes, por eso nos ponemos a disposición de sentarnos a charlas con todos los grupos y cuando digo esto, hablo de aquellas personas que están a favor del aborto y las que no. Todos somos ciudadanos. El Gobierno provincial todavía no ha salido a tomar una postura conjunta, dijo.
Tenemos que tratar de entablar un diálogo serio y concreto en aras de llegar al bien común que realmente incluya a todas, estén a favor o en contra, insistió.
Como funcionaria de la gestión de gobierno, se le solicitó elevar el documento al gobernador, al presidente de la Legislatura provincial y a los legisladores nacionales.
Para el sacerdote Alonso, uno de los referentes religiosos con más reconocimiento entre sus pares para ser vocero de la actividad, urge pensar políticas un poco más profundas y asumir esta realidad de los abortos clandestinos de una manera seria y con políticas adecuadas.
Enfatizó el párroco: El aborto clandestino, o la realidad del aborto no va a desaparecer. A la vez ésto implica el fin de una vida, entonces no hay una solución rápida si es que no queremos descuidar la vida de la madre y de su hijo por nacer.
Hay que hacer un trabajo profundo para ver cómo encarar la situación de los abortos clandestinos que hasta ahora se plantea, pero nadie hace nada para afrontar la problemática. Muchas de estas prácticas no se hacen en centros de salud. Quizá alguna mujer con cierto nivel de vida sí puede acceder a servicios de salud pero por ahí una mujer más humilde y que está en una gran situación de vulnerabilidad muy grande buscan una salida porque todas las puertas se le cerraron.
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