En 2009, cuando la expresidenta Cristina Kirchner visitó la zona, lograron la promesa de la finalización de la ruta nacional 14 en el tramo que atraviesa el poblado, unos 3.400 metros, sin embargo ahora temen que se modifique la traza original y temen convertirse en un pueblo fantasma.CRUCE CABALLERO (San Pedro). Donde termina el asfalto, crecen los ranchos pa arriba dice la canción de Mercedes Sosa, letra que seguramente nunca imaginó que podría describir este poblado del norte misionero, al que, aseguran los lugareños, el cambio, aún no aprobado, en el trazado de la ruta nacional 14 los condenaría a convertirse en un pueblo fantasma.
A unos veinte kilómetros del ejido urbano de San Pedro un cartel anuncia el fin del asfalto. Pocos metros más adelante, otro da la bienvenida a Cruce Caballero. Un aserradero de importantes dimensiones, algunas viviendas, un almacén de ramos generales, un taller mecánico, una escuela primaria, una EPET, un puesto de policía y un Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) a los lados de un terrado camino, unas treinta cuadras, hacen al pueblo y, curiosamente, con su fin arranca nuevamente el pavimento.
Los vecinos consultados coincidieron en que es Celso Loro González el representante del lugar y quien se ocupa de pelear por la ruta, la que les prometieron hace muchos años ya, con la que llegaría el progreso, que ahora temen nunca disfrutar, por una posible variante en la traza ya aprobada.
González reconoció que son unas cincuenta familias las que esperan el resarcimiento económico prometido por el paso de la arteria nacional por sus propiedades, terrenos en los que no hay más que precarias viviendas que dejan en evidencia el desgaste por el correr del tiempo y la falta de mantenimiento porque llegará el día en que habrá que ceder el lugar a la obra.
Sin embargo todo sueño podría quedar trunco si aprueba un nuevo plano que desvía el trazado a unos 2 mil metros del pueblo, atravesando zona de monte, a pesar de que dos veces se hicieron los estudios de factibilidad y las variantes se rechazaron, esta es la tercera, y no está aprobada; tenemos todos los certificados autorizados para que la ruta pase aquí, remarcó González.
Y recordó que Cruce perdió ya una oportunidad de salir adelante cuando se modificó el recorrido de la ruta provincial 27, con la que ganaríamos once kilómetros de asfalto, por eso no podemos perder esta oportunidad, nuestro pueblito va a desaparecer, como está desapareciendo Tobuna.
Además, apuntó que continuando con este proyecto son 3.400 metros los que restan para finalizar el trabajo, mientras que de la otra forma serían unos 7.500 metros, lo que demandaría más tiempo y, obviamente, inversión; sin dejar de lado el daño ecológico, puesto que deberá hacerse desmonte, que tiene que aprobar Ecología.
No quieren que nuestro pueblito crezca, somos humildes, nunca hicimos un corte de ruta, pero esta vez estamos dispuestos, confió el representante vecinal, que lleva décadas luchando por esta mejora y que en 2009, cuando la expresidenta Cristina Kirchner visitó Tobuna, por el tornado que devastó a la zona, obtuvo el visto bueno y posterior anuncio de la realización de la obra.
Nací y me crié acá, fui a la guerra de Malvinas y volví, Cruce es mi lugar, nuestros viejos murieron sin ver el asfalto, se lamentó e insistió en que solo el paso de la ruta, la misma que anunciaron en la década del 70, que incluso figura concluida en muchos documentos, permitirá que el pueblo subsista.
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