Ahora que la expectativa de vida se ha extendido y sigue en aumento. Se vive más, pero ¿Se vive mejor? Cada día aumentan las ofertas relacionadas a la estimulación cognitiva, ¿Cómo elegir la correcta? ¿Cuándo acudir a un profesional?
Aumentan las consultas sobre estimulación cognitiva y rehabilitación neuropsicológica principalmente para adultos mayores. Quizás las nuevas tecnologías al facilitar la vida cotidiana (el celular provisto de calculadora, despertador, agenda que nos avisa las actividades que debemos realizar, agenda con los números que no necesitamos memorizar, etc), sin demonizar a la preciada tecnología que también ha sido de gran ayuda en el avance de la detección de las demencias.
Sin embargo, pareciera que no promueven el ejercicio mental que necesitamos de flexibilidad y plasticidad neural para una vida mental activa. Salvo que una persona mayor se compre un nuevo celular y los nativos virtuales vean sus verdaderos esfuerzos por comprender este nuevo modo de funcionamiento. Ya no sorprende que un niño se acerque a la pantalla del televisor e intente cambiar el canal tocando la pantalla como lo hace con la tablet.
¿Cuándo consultar?
En relación a la prevención del deterioro cognitivo el momento es hoy, un ratito en lugar de chequear los mail, realizar ejercicios de matemáticas o simplemente pensar en qué ropa tenía puesta antes de ayer o qué consumí la tarde del domingo.
También puede ser una buena oportunidad para comenzar a meditar y ejercitar el cuerpo, ya que van de la mano siempre con la consulta a un médico, neurólogo, o bien psicólogo que puede ayudar a detectar precozmente posibles dificultades cognitivas, demencias, etc. especialmente si hay antecedentes familiares, pero el ejercicio no debe ser solo practicado por éstos.
Todos nos beneficiamos de tener una mente activa, un cuerpo fuerte que nos permite vivir plenamente. Así que la estimulación cognitiva puede ser aplicada a cualquier individuo, puesto que cualquiera de nosotros puede mejorar sus capacidades para ser más hábiles.
Entonces, ¿qué se puede hacer?
En otros tiempos, las charlas, los crucigramas, los juego de cartas, el solitario, las reuniones de bingo, etc., eran actividades sociales que sin pretenderlo estimulaban la cognición, hoy con mayor avance científico y apuntando a las áreas específicas de la estimulación (atención, memoria, ejecución y lenguaje) se tienen mayores herramientas para generar ejercicios variados que de hecho, abundan en internet.
Abuelos que contaban sus grandes historias, anécdotas compartidas familiarmente que de paso hacen de eslabón transgeneracional, hoy se necesita de un espacio que permita que eso vuelva a suceder. Compartir con otros, es la actividad cerebral que genera el mayor movimiento de sinapsis, aunque sean del corazón y no de la cabeza.
Las personas mayores que llegan en pareja a la edad adulta viven más años, no tiene que ver con tener una pareja, sino el contacto humano que se genera con un otro que permite un desafío de comprensión, solidaridad, compañerismo, de negociación que implica a cada uno de los protagonistas a involucrarse en el proceso de entender al otro.
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