Hace 10 años, PRIMERA EDICIÓN contaba la historia de Elena Vaskevich, nacida en Brasil pero radicada en Panambí desde la década de 1950.(Nota completa publicada el 11 de febrero de 2008)
Con una vitalidad increíble, a los 85 años, Elena Vaskevich sigue trabajando la tierra en su chacra de Panambí, lugar que eligió junto a su esposo (ya fallecido) para vivir cuando vinieron hace 60 años desde el estado brasileño de Río Grande do Sul (Brasil).
En una casa de madera ubicada en el kilómetro 15 de esta localidad Elena se levanta todos los días muy temprano ?para carpir, porque me gusta trabajar la tierra?, aprovechando el fresco de la mañana.
Madre de seis hijos, con doce nietos y catorce biznietos, cuenta orgullosa que atendió 800 partos, ?en aquella época (cuando llegó con su familia desde Brasil) no había hospitales ni salita acá, entonces me buscaban a mí para atender los partos. Gracias a Dios nunca hubo una complicación?.
Además, es conocida en toda la zona como la ?Abuela de Panambí?, ?yo curo empacho, ojeo, susto y venzo, yo crié a mis hijos sin médicos, porque no había acá en la zona, y me salieron todos sanitos?, comentó.
Una de las hijas de Elena reside al lado de su casa ?ella me lava la ropa, me limpia la casa, me ayuda. Otra de mis hijas vive en Jardín América y los demás en Oberá?.
Toda la familia dedicó su vida al trabajo en la chacra, ?teníamos una chacra grande con vacas lecheras, chanchos, gallinas, plantábamos tabaco, soja, se vivía bien?, recordó. ?Con pocos centavos se comía, ahora ya no se puede?, afirmó.
Recuerdos
Con una memoria prodigiosa, Elena, de origen polaco, recuerda que al venir de Brasil con su esposo y dos de sus hijos, no había mucha población en la zona. ?Mi marido era músico, entonces además de trabajar en la chacra, animaba los casamientos. Nos íbamos todos y la fiesta duraba cuatro o cinco días?.
Además, cada vez que alguna embarazada iba a dar a luz, recurrían a Elena para que las ayudara en el parto. ?A cualquier hora venían a buscarme, y yo me iba, porque el bebé no espera para venir. A veces me venían a buscar a caballo, y teníamos que recorrer de madrugada muchos kilómetros para llegar a la chacra donde estaba la embarazada y lo hacía de a pie, porque era de noche y andaba con una linterna?.
Hace seis años que el esposo de Elena falleció ?estuve muy mal después que mi viejo murió, caí en un estado depresivo. Estuvimos juntos por casi 60 años, murió antes de nuestro aniversario?. Aunque recordó feliz haber festejado junto a su marido las Bodas de Oro.
A pesar del crecimiento poblacional y de la existencia de puestos de salud, los pobladores de zona siguen acudiendo a la ?Abuela de Panambí? para que los ayude con sus dolencias o las de sus hijos. ?Hace años que no atiendo más partos, porque ya tenemos salita y hay médicos, pero sigo venciendo entonces desde temprano ya hay gente, que viene de todos lados?, contó encantada.
Vital, alegre, sencilla, humanitaria, Elena dedica sus días a disfrutar de su chacra, cuidar de los animales que cría, viajar y ayudar.
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