En ese terreno que está ubicado a la vera del arroyo Mártires, el municipio levantó un tinglado pese a que aún no se llegó a un acuerdo de expropiación. Hay un juicio de por medio pero la Comuna no cede.A la vera del arroyo Mártires, por costumbre y uso social, la gente del lugar utiliza el área de descanso, de una propiedad privada, como balneario del pueblo.
Según contó a PRIMERA EDICIÓN Idalina Benítez, dueña del terreno, su familia está en juicio con la Municipalidad de esa localidad y las partes se encuentran en etapa de negociación de la expropiación.
Sin embargo, aun sin conocerse la sentencia, Benítez denunció que el intendente, José Schiro, consiguió emplazar un tinglado en el lugar. La mujer aseguró que la decisión de vender, en definitiva, está tomada pero no por el valor que le ofrecen comprarla ya que es significativamente más bajo que la oferta que la familia espera.
Nosotros sabemos el verdadero valor de nuestra propiedad y por eso seguimos negociando. Ya pasamos por muchas cosas, nos hemos sentido amedrentados cuando se quemaron seis hectáreas de nuestro pinar, aseguró.
Tenemos la intención de venderles tres hectáreas que es lo que corresponde al balneario, pero ahora nos pidieron vender diez. Todavía sin que nada esté resuelto se tomaron la atribución de construir un tinglado, inclusive hay puestos de venta afuera del predio, proveeduría, cantinas, juegos, y en temporada cobran entrada, reveló.
No es municipal
Contó la mujer en diálogo telefónico con este Diario que La zona que la gente usa como balneario no es de la Municipalidad, pero nosotros nunca impedimos que la gente utilice el espacio que naturalmente la gente aprovechaba como balneario, eso nunca nos molestó.
No obstante, la mujer explicó que las controversias comenzaron después que los supuestos bañistas, quienes llegaban hasta el lugar con fines de acampar, también avanzaban sobre el terreno donde la familia tiene plantaciones de pino, hacían fogata debajo de los árboles y causaban algunos daños.
Ahí fue que le dije a mi familia que teníamos que parar la situación, recordó.
Las primeras denuncias se realizaron en el Juzgado de Instrucción número 5 de Leandro N. Alem, las cuales jamas se investigaron ni avanzaron.
Ahora vemos que el municipio toma el derecho de hacer un tinglado, cuando todavía es propiedad privada, explicó la mujer.
Para tener la versión del Ejecutivo de Bonpland, este Diario llamó insistentemente al intendente Schiro, sin que el contacto se produjera con éxito.
Tenemos derechos
La familia de Adelina había comprado la propiedad de 38 hectáreas a la Municipalidad. Tras la operación de compra y venta, procedieron a escriturar y, por muchos años, las cosas estuvieron tranquilas.
Las visitas de los acampantes no reportaban mayores inconvenientes. Ante los primeros avances por sobre el alambrado, empezaron las preocupaciones y denuncias pero ninguna de ellas sirvió para hacer valer el derecho por sobre el lugar.
Años más tarde, con la aprobación de la Ley de Expropiación, hubo una avanzada legal para adquirir el predio, que, a decir de Bentez, en principio había sido una solicitud de compra de las tres hectáreas que pertenecen a la zona usada como balneario. Más tarde se solicitaron diez hectáreas y -siempre de acuerdo a los dichos de la dueña del terreno- ahora se pretenden expropiar las 38 hectáreas.
Siempre tuvimos los impuestos al día, exhibimos nuestros títulos de propiedad, no nos opusimos a vender, pero queremos sostener nuestros derechos y por eso vamos a seguir exigiendo en la Justicia. Estamos luchando y a la espera que la se expidan los jueces, aseguró.
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