La mayoría de las camas de terapia intensiva están ocupadas por personas que no llevaban casco o por el uso de él inclusive. Un golpe grave en la cabeza puede llevar una lenta y larga rehabilitación neuronal. Los accidentes de tránsito en Misiones son un tema cotidiano en los medios locales. Además, según datos de la fundación Luchemos por la Vida, en 2016 la provincia se ubicó en el quinto lugar entre las que más muertos tuvo debido a siniestros viales. De ellos, prácticamente la mitad correspondió a motociclistas. La alta velocidad, la falta de casco, llevarlo puesto pero sin que esté sujetado con el amarre, son algunas de las imprudencias que cometen los que circulan en moto.
Solo en Posadas había hasta hace poco más de 45 mil de estos rodados. Según la Cámara Argentina de Concesionarios de Motos, en Misiones, en diciembre de 2017 se sumaron 1.873 unidades al parque automotor. Si a la mayor cantidad se le anexa el problema cultural de no respetar las normas viales, es por ello que son cada vez más los accidentados en terapia intensiva en el Hospital Escuela de Agudos Ramón Madariaga.
Una de las consecuencias más graves de un accidente de motocicleta es el traumatismo de cráneo. Por ese motivo PRIMERA EDICIÓN dialogó con el especialista en Neurocirugía, expresidente del Instituto Fleni de Buenos Aires y parte del staff de neurocirugía de adultos del Hospital Escuela, el Dr. Marcelo Ferreira.
Explicó que los traumatismos de cráneo están divididos en leves, moderados, y graves. Vemos muchos traumatismos en pacientes jóvenes provenientes de accidentes en motos. Estos pueden ocurrir sin casco pero con casco inclusive, porque no los llevan prendidos a la cabeza, indicó. Ferreira detalló que en principio los casos leves quedan en observación por doce horas. Los casos más frecuentes que les toca atender refieren a los hematomas agudos (graves). Hace algunos años tuvimos el caso de un joven que no llevaba casco y haciendo willy, perdió el equilibrio de la moto y sufrió un golpe mortal en la parte de atrás de la cabeza.
El especialista señaló que ven un aumento de casos tanto en el Hospital como en el Centro Neuma, donde atiende la rehabilitación de pacientes con ese tipo de traumatismos. Como dato a prestar atención puntualizó que en el Madariaga antiguamente había cinco camas para terapia intensiva, hoy hay 36. Prácticamente el 50% de ellas es ocupado por traumatismos de cráneo producto de accidentes en moto. Se puede decir que es una epidemia, subrayó.
En base a la Ley Nacional 24.449 de Tránsito y Seguridad, la cual en su artículo 29 inciso I dice: Las motocicletas deben estar equipadas con casco antes de ser liberadas a la circulación, en Misiones, las concesionarias venden las motos ya con casco. Estos cumplen con la normativa IRAM, pero son de baja calidad. Aún así, por más que el casco sea fabricado con los mejores materiales, si el golpe es muy violento el motociclista puede sufrir igual una contusión intracraneal.
Con casco, sin él y fracturas de cráneo
Cuando recibimos un paciente que se accidentó en moto sin casco es fácil reconocerlo por las escoriaciones en la cabeza, los cortes y el escalpe (el desprendimiento-corrimiento del cuero cabelludo producto de la fricción con el suelo). En el caso de los que llevan casco, en el momento del golpe el cerebro se mueve dentro de la cabeza y puede sufrir pequeños pero muchos hematomas denominados daños axonales, dijo Ferreira. Cuando el golpe es muy fuerte puede ocurrir una perturbación en la función cerebral.
Existe un cálculo representativo que indica que caerse de una moto o chocar a 60 km/h equivale a caer de un segundo piso.
Cuando hay una fractura de cráneo conminuta (en varias partes), lo que se hace es sacar el hueso para después colocar una plaqueta. Si se trata de quitar el hueso para una craniectomía descompresiva (para reducir la presión dentro del cráneo), se puede sacar una porción y guardarlo a 20 grados bajo cero. El paciente debe tener especial cuidado de no golpearse y esperar seis meses para volver a insertar esa plaqueta craneana, que puede ser el mismo hueso o una prótesis de metacrilato utilizado para lesiones traumatológicas, señaló el doctor.
Rehabilitación
Consta de dos partes: La parte aguda tiene que ver con recuperar al paciente de los coágulos y las fracturas con procedimientos que son quirúrgicos. Superado eso y según el grado de complicación que tuviera, comienza la rehabilitación. El golpe que se produce daña la masa encefálica y las neuronas. En este sentido la recuperación es muy lenta.
El período de internación puede variar de entre cuatro a seis meses. Después viene el trabajo sobre los músculos, las escaras, las infecciones y una eventual traqueotomía, o gastrotomía, dijo el facultativo.
Las secuelas van a depender del daño que tuvo. Si la lesión fue en el lóbulo frontal, pueden ocurrir a futuro convulsiones, crisis de ausencia, síndromes confusionales o trastornos de la personalidad. Si fue en el temporal, generalmente son convulsiones. Si se dañó la parte motora del cerebro, surge la imposibilidad de mover un brazo o una pierna.
El profesional consideró que las campañas de concientización sobre siniestros viales son buenas porque el Estado sabe que además de cuidar a la población, los accidentes derivan en un costo en la atención de la salud. Cada vez hay más controles pero no se ve que los números de accidentes se reduzcan. Lo que tiene que mejorar es la parte cultural, la responsabilidad de las personas que se ponen al mando de una motocicleta o un automóvil. Disminuir velocidades, frenar en las esquinas, etcétera.
Sobre las motos opinó que si se conduce con imprudencia, una campera de cuero no los va salvar de una rotura de huesos. En el peor de los casos puede ocurrir un hematoma craneal grave o una lesión en las vértebras cervicales producto del latigazo de la cabeza. La persona puede quedar inmóvil del cuello para abajo y es muy difícil la rehabilitación de la columna.
Traumatismos domésticos
Ferreira indicó que en los pacientes adultos los traumatismos de cráneo más frecuentes se producen por las caídas y son más recurrentes en ancianos.
Por eso siempre sugerimos que no usen alfombras en la casa o que tengan cuidado cuando usan ojotas para evitar un tropiezo que derive en un golpe en la cabeza.
Explicó que la colección subdural crónica es una de las patologías por golpes que se pueden apreciar en los adultos. La misma que sufrió la expresidenta Cristina Kirchner en 2013.
Hace poco me tocó tratar a un paciente que había sufrido el golpe en marzo y fue operado en noviembre. La denominación de crónica proviene de la pérdida leve de sangre entre el hueso y el cerebro, que está pegado a la calota por una serie de pequeñas venas. Al sufrir la contusión éstas se rompen, pero como son muy pequeñas, el sangrado no da síntomas inmediatos. Así, con el paso de las semanas se forma el hematoma subdural. Ese tipo de lesiones puede ocurrir cuando uno se golpea la cabeza al subir al auto, o con un golpe doméstico con una alacena o una ventana. A la gente mayor le recomendamos que ante un golpe en la cabeza consulte al médico.
Discussion about this post