Testigos contaron cómo fue el momento del rayo. Estaba a 40 metros, el piso se movió y la carpa desapareció, nunca vi algo así, relató Giuliano Ibarra (26) a PRIMERA?EDICIÓN.Apenas horas después de sobrevivir de un verdadero infierno, jóvenes que se encontraban a escasos metros relataron a PRIMERA?EDICIÓN cómo fue el momento preciso en el que al menos dos descargas golpearon entre las carpas que estaba en el Camping Municipal de Ituzaingó. Los relatos estremecen la piel.
Fue como una bomba, todo tembló y la carpa donde estaba una de las víctimas se desintegró en el acto, sólo quedó la base y algunas cosas, relató ante este Diario uno de los sobrevivientes, Giuliano Ibarra (26), oriundo de Posadas.
El joven viajó hacia Ituzaingó junto a tres amigos para disfrutar del fin de semana que terminó en tragedia. A esa hora justo salimos con un amigo al baño. Cuando volvíamos a la carpa, donde dormía otro amigo, veníamos hablando. Durante la primera descarga eléctrica yo estaba mirando para otro lado. Eso me hizo levantar la mirada y ahí, apenas segundos después, vimos que cayó la segunda descarga, contó Ibarra.
El relato de Giuliano es dramático. Cuando levanté la vista pude ver cómo ese rayo cayó arriba de esa carpa. Fue impresionante, no es que la quemó, sino que la desintegró en el acto. Estábamos a no más de cincuenta metros, relató el joven posadeño, aún conmovido por lo que le tocó vivir.
Ibarra aseguró que pocas veces experimentó algo tan intenso. Nunca viví algo parecido. Vimos una luz, fue como una bomba, levantó polvo por todos lados. Tembló todo. Sentí algo así como una electricidad, no sé si fue el mismo movimiento del suelo. El estruendo fue tan fuerte que nos quedó un zumbido en el oído, detalló el entrevistado.
La confusión se apoderó del Camping Municipal de Ituzaingó. Lo primero que hice fue correr para ver dónde estaban mis amigos, principalmente el que se había quedado a dormir en la carpa. La verdad que fue todo muy raro, la gente corría por todos lados, nadie entendía nada, había muchos chicos tirados por el suelo, rememoró Giuliano, quien agregó que intentó acercarse para ayudar pero todo realmente era un infierno. Así y todo se las arregló para auxiliar a alguna de las tantas víctimas.
Aún no podemos comprender qué fue lo que pasó, por qué cayó justo ahí. No sé si serán los eucaliptos o qué. Lo único cierto es que puedo decir que volví a nacer, si ese rayo caía diez o quince segundos antes, no sé que sería de mí ahora, finalizó.
Una situación similar fue la que vivió Javier Ninguno (30), quien descansaba en su carpa cuando cayeron las descargas que le provocaron la muerte a Salinas y Hartmann, a unos cien metros.
Estaba durmiendo boca abajo cuando cayó el rayo. Sentí como una descarga que me despertó. Abrí la carpa y vi a todo el mundo corriendo. Mis amigos estaban completamente shockeados, nadie sabía qué hacer o para donde ir, recordó Javier sobre el drama que vivió en primera persona.
El entrevistado brindó entonces abrigo a sus amigos e incluso a desconocidos. Entre doce nos refugiamos en mi camioneta, por temor a que se repitieran las descargas.?De ahí nos fuimos al SUM. Todos estaban confundidos y asustados, había gente llorando, aseguró.
Efectivos de la comisaría Segunda de Ituzaingó y Bomberos de la fuerza no tardaron en arribar al lugar. La Policía recorrió carpa por carpa y mantuvo a todos en el baño o en el SUM, no permitía que nadie se vaya a la zona de acampe para desarmar las carpas, sintetizó Javier, quien finalmente agregó que si bien había algunas nubes, hace dos días que venía amagando el tiempo y nadie esperaba una tormenta así.
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