El Gobierno argentino expresó una fuerte condena al proteccionismo económico, que “esconde en la cueva” a los países. El mensaje fue expresado este martes por el ministro de Producción, Francisco Cabrera, en el Foro de Negocios organizado en el Centro Cultural Kirchner en el marco de la 11ª Cumbre de la Organización Mundial del Comercio.
Cabrera sostuvo que la administración de Mauricio Macri está dispuesta a defender el comercio y el multilateralismo económico como agentes del desarrollo y de la reducción de la pobreza.
Sostuvo además que se debe generar un diálogo amplio, en el que sean escuchados los representantes del sector empresarial para determinar las reglas del comercio internacional en un mundo que está cambiando como nunca antes.
“El comercio ha sido el primer idioma y nos ha hecho mejores. Ahora, el comercio significa más desarrollo y menos pobreza”, expresó el funcionario.
Ante el avance del proteccionismos en algunas potencias mundiales como los Estados Unidos desde la presidencia de Donald Trump, la administración Macri aclaró su posición y las líneas que desea imprimirle a sus intercambios.
“Enfrentamos los desafíos del proteccionismo impulsado por dos cuestiones de fondo: los beneficios del comercio no son percibidos por todos y la historia (de la humanidad) se está transformando como nunca antes”, dijo Cabrera.
Consideró así que el proteccionismo avanza porque millones de personas no identifican a la integración comercial como uno de los motores que hizo posibles las mejoras de las condiciones de vida.
La segunda cuestión, señaló Cabrera, es que la historia está transformándose como nunca antes, con el avance de la tecnología que pone en riesgo a millones de empleos, sobre todo los de menor calificación.
“La reacción instintiva es la de encerrarnos en la cueva y esperar, tapear las puertas de entrada para que ningún peligro aceche. Pero si hacemos eso, si dejamos afuera la luz del futuro y nos aislamos de esa energía, sólo estaremos poniendo en peligro el futuro de nuestros pueblos”, afirmó.
Según el funcionario, el mundo está presenciando la cuarta revolución industrial y los Estados deben promover la innovación y preparar a las personas para que se beneficien de las transformaciones, porque “las nuevas tecnologías no son la amenaza”.
Países como Alemania, Corea del Sur o Suecia tienen los más altos índices de robotización y tienen sin embargo el mayor empleo industrial estructural y son los que pagan los mejores salarios, por lo que allí las políticas públicas han sido fundamentales, dijo.
“El proteccionismo no es la solución y la Argentina es prueba de ello. Según el Banco Mundial, en 2015 hemos sido el tercer país más cerrado del mundo, con un 30% de pobreza, problemas de competitividad en el entramado productivo y debilidad en las instituciones”, apuntó.
Fuente: NA
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