Durante tres días de esta semana, los indígenas de Jejy, Pindó Poty y Jejy Miní fueron anfitriones de un grupo de turistas franceses, con quienes compartieron, durante tres días, su música, artesanías, comida, paseos y conocimientos ancestrales. “El contenido de la experiencia lo definen los propios mbya”, explicó el docente, periodista y escritor Claudio Salvador, quien impulsa la iniciativa a través de la ONG Travolution.Por primera vez los integrantes de tres comunidades guaraníes de El Soberbio autogestionaron una experiencia turística y comenzarán así a hacer realidad el anhelo del autoempleo, pensado para mejorar su calidad de vida. El primer grupo de siete visitantes franceses llegó el 11 de noviembre a las aldeas Jejy, Pindó Poty y Jejy Miní, permanecieron tres días en el lugar y compartieron comidas, charlas, paseos, música, elaboración de artesanías y otros aspectos relevantes de la cultura ancestral de nuestra tierra.La experiencia intercultural, basado en el conocimiento recíproco de las partes que interactúan, donde los viajeros encuentran y disfrutan mucho más que el paisaje y una cómoda estadía, es impulsada aquí por la Fundación Travolution, red global de turismo comunitario, con el apoyo de entidades públicas y privadas.El hombre detrás de la coordinación“Es la primera vez que los indígenas de estas comunidades van a autogestionar una experiencia turística, por lo que aguardan con mucha expectativa a los visitantes”, señaló el docente, periodista y escritor Claudio Salvador, en representación de Travolution, quien por estos días se encontraba en El Soberbio ultimando detalles relacionados al traslado y la permanencia de los turistas. “El contenido de la experiencia lo definen los propios mbya”, explicó.“La visita de este grupo de turistas (que se extenderá por 21 días en la Argentina) se inició en Buenos Aires, continuaron en Misiones (donde se quedan seis noches pasando por Posadas, El Soberbio y Puerto Iguazú) y culmina en Salta”, detalló Salvador. En las tres aldeas locales, “fueron construidas unidades de alojamiento con materiales del lugar y materiales convencionales, con mano de obra indígena, y el traslado se hará con una empresa del lugar; todo esto con el apoyo de los ministerios de Turismo de la Nación y de la provincia, de la asociación de Hoteles de Turismo, de la Municipalidad de El Soberbio, la Red Argentina de Turismo Rural Comunitario y también de la Subsecretaria de Agricultura Familiar”, ponderó el docente, destacando el trabajo articulado y respetuoso de cada uno de los participantes.Ya están programadas otras seis fechas La Fundación Travolution “trabaja de manera voluntaria con la esperanza de que se genere un espacio para el turismo rural comunitario”, señaló Salvador. Para este caso específico, se hace con la empresa Cultura y Contacto, de Francia, que ofrece turismo comunitario en distintos países, siendo ésta la primera experiencia en la Argentina. “Ya están programadas otras seis fechas para el próximo año”, contó Salvador.Travolution fomenta, a través del turismo comunitario, el desarrollo sostenible de comunidades indígenas y rurales. Promueve las experiencias interculturales autogestionadas. Claudio Salvador, coordinador de proyectos para la ONG en la Argentina, explicó que la iniciativa se consolida, paso a paso, en Misiones.Según recordó Salvador, “la autogestión en las comunidades indígenas se inicia con MATE, que primero fue Modelo Argentino para Turismo y Empleo y luego el nombre migró a Modelo de Autogestión para el Turismo y el Empleo. Se trabajó fundamentalmente con la comunidad Yryapu y hoy ese mismo modelo de gestión, ese mismo modelo de negocio que tiene el turismo comunitario guaraní, lo está aplicando Yacy Porá y también está dando los primeros pasos Tupambaé, todas de las 600 hectáreas en Puerto Iguazú”.Del inicio de MATE ya pasaron 14 años, pero previo a esto hay que destacar la recuperación de la tierra, que se logró junto a las comunidades y muchas otras organizaciones.A partir del 2005 aparece el proyecto MATE con aportes de Canadá y del gobierno de la provincia de Misiones (a través del Ministerio de Turismo y del ITEC) y desde el 2008 se inicia la etapa de autogestión, una etapa que a partir del 2012 está prácticamente a cargo de los propios indígenas y de una ONG que colabora con ellos en la parte de inversiones que es la Fundación Banco de Bosques. Hay un circulo virtuoso entre aquella recuperación de las tierras, los proyectos MATE y Anfitriones de la Selva que da origen a la empresa comunitaria Iryapú. Alto desempleo Salvador contó que en Yacy Porá ya están llevando adelante su propio proyecto turístico. En líneas generales, se trata de un turismo asociativo que ha cambiado la vida de 20 jóvenes en las distintas comunidades, quienes trabajan en forma directa, autoempleados y con una organización asociativa. “En las comunidades indígenas el desempleo, tal como lo llamamos en la sociedad blanca, es de alrededor de 98%; es un número alarmante: decimos que 98 personas de cada 100 en edad económica activa, no tienen empleo formal, y que los jóvenes de estas comunidades hayan generado su propio empleo marca un antes y un después. Creo que esto es lo más importante”.
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