Una bella durmiente o podría ser un bello durmiente, ellos solían “perturbarse” con situaciones en sus vidas llamadas malas como buenas. Era su manera, su adiestramiento, sus hábitos aprendidos. Si veían en la calle a un niño pidiendo moneditas se sentían mal, si veían a un perro lastimado en la calle se empezaban a alterar, hasta lastimarse emocionalmente. Si recibían una invitación para mejorar sus vidas también la usaban para perturbarse, ya que empezaban a desconfiar o a sufrir por todo lo que empezaban a pensar que cambiaría sus vidas, a todo lo que se ampliarían… todo era para sufrir.OBSERVEMOS esto con mayor detalle: -Veo a alguien en la calle que no tiene para comer o para abrigarse (si hace frío, un ejemplo: no sufras por hábito).-¿Es eso un mal? ¿Qué crees? ¿Sí o no? ¡Sí, evidentemente! ¿Podría yo hacer algo en la medida de mis posibilidades? ¿Sí o no? Sí. Ahora bien ¿necesito sufrir, alterarme o perturbarme para hacer lo que siento en ese momento que conecto con ellos y lanzarme a la acción de dar?Y no solamente sufrían sino que se autocastigaban porque ellos tenían todo. Era como una forma de vida. Se acostumbraron así aunque si no fuera así, si no te perturbaras o si no sufrieras, no harían nada. Pero si ves a alguien que no tiene qué comer, ayúdalo, pero no te perturbes ni castigues por ello… solo sé ese amor en acción para ellos si lo sientes.-Una Caperucita Roja o ¿por qué no, un Caperucito rojo? Que siempre se sintió víctima de todo, todos los agredían, todos los castigaban… Cuando empezaron a expandir su amor-conciencia, a amarse y pudieron soltar sus miedos se dieron cuenta que el lobo también era una parte de ¡ellos!!! Me viene la película del Doctor Jekyll y Mister Hyde… donde pongo afuera lo que no acepto de mí mismo.- O hablemos de la Reina Malvada de Blanca nieves, uno de mis personajes preferidos: en la serie de mi hija Maia, que confieso me atrapó: “Once upon a time”, Había una vez… Una mujer bella, poderosa llena de amor, pero que tuvo una madre que solo le enseñó a ser malvada y ella se odiaba a sí misma.Bueno es apasionante ¿no? Pero volvamos a lo que anhelo despertar en ti… en realidad, te tengo muy buenas noticias: El daño no me lo hicieron los demás, no me lo hizo el mundo, no me lo hizo la vida, y lo mejor de todo no me lo hice yo mismo. Como cuando a mis seis años me enseñaron en el Colegio Santa María a rezar golpeándome con mi mano derecha el pecho… diciendo: por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. ¿Qué es eso? ¿ Quién enseña a una niña de seis años o niño, eso?Entonces, ¿quién lo hizo?En amor y honor la verdad, ¿alguien en su sano juicio se dedicaría a perturbarse-sufrir en forma consciente, placentera y deliberada? ¡Vamos, sé sincero contigo! ¿Crees que tú lo harías? No, no lo harías, me leíste bien, no lo harías, eso fue grabado dentro de ti. Has sido programado para eso: “adiestrado”. Has sido condicionado de esa manera.Y Cuando lo “Comprendas”, serás ¡liberado!Y allí sí que podrás escribir tu verdadera historia: Había una vez… una bella despierta o un bello ¡despierto!¡Hasta la próxima , queridos amigos!ColaboraSandra De MarchiDiseño InteriorAsesora de Feng-Shui y coordinadora de auto-conocimientoFacilitadora del Sistema Ishawhatsapp: 3764-812491
Discussion about this post