Ya cerca del fin del escrutinio en las elecciones anticipadas, el Partido Liberal Democrático (PLD) de Abe controlaba al menos 264 de las 465 bancas de la Cámara Baja, con lo que se aseguró la mayoría absoluta a pesar de perder apoyos.El veterano político japonés señaló que la elección respaldó las políticas que viene aplicando, y que hará todo lo posible para cumplir con esas expectativas y tratar de producir un flujo permanente de resultados, informaron la cadena pública NHK y la agencia de noticias EFE.La jornada electoral se vio afectada por el paso de un poderoso tifón cerca del archipiélago, que está dejando precipitaciones torrenciales y vientos huracanados en gran parte del país y llevó a las autoridades a recomendar la evacuación de miles de personas.El temporal, que ha causado la muerte de al menos dos personas y graves interrupciones en el transporte, también alteró los horarios de colegios electorales en algunas zonas montañosas e incluso obligó a retrasar el recuento de votos en regiones de difícil acceso.La participación electoral de la ciudadanía fue baja. Se situó en el 53,6 por ciento, según cálculos de la NHK, pero marcó un ligero avance respecto a los comicios de 2014, cuando cayó hasta el mínimo histórico del 52,6 por ciento.La coalición gobernante formada por el PLD y el budista Komeito, hasta el momento, suman al menos 292 escaños, con lo que podrían estar muy cerca de repetir la mayoría de dos tercios que obtuvieron en las anteriores elecciones de diciembre de 2014, según la cadena estatal NHK.Con este resultado, Abe -en ruta a convertirse en el primer ministro más duradero de la historia de Japón- ve abrírsele la puerta para la prometida y polémica reforma de la Constitución nipona que abandonaría, a 70 años de vigencia de la ley básica del país, el pacifismo posterior al ataque atómico que sufrieron Hiroshima y Nagasaki a manos de Estados Unidos en 1945.El primer ministro, de 63 años, pretende una enmienda que otorgue rango constitucional al Ejército nipón, las Fuerzas de Autodefensa que el texto de 1947 ni siquiera reconoce.Las proyecciones finales mostraban que la coalición gobernante y los partidos que promovían la enmienda constitucional se habían asegurado más de 310 escaños, o dos tercios de la Cámara Baja, lo cual facilitaría la reforma, la primera desde que se sancionó la ley fundamental nipona 70 años atrás.El objetivo de Abe es potenciar las capacidades militares del país a nivel internacional, aspiración que tropieza con fuerte rechazo entre los japoneses y entre países vecinos como China y Corea del Sur, que la consideran un retorno al militarismo de Japón.Sin embargo, la reforma requiere, además de los dos tercios del Parlamento, un referéndum ratificatorio."Para llevar a cabo la reforma de la Constitución se necesita liderazgo, pero al mismo tiempo la comprensión del pueblo japonés. Haré todo lo posible para lograr el mayor apoyo durante esta legislatura, trabajando con el resto de partidos", aseguró Abe hoy en declaraciones a los medios nipones tras reconocer su victoria.El primer ministro podrá seguir además con su ambicioso programa económico, puesto en marcha en 2012 y conocido como "Abenomics", que busca sacar al país de su deflación crónica a través de estímulos, reformas e inversión pública.El primer ministro convocó estos comicios anticipados a finales de septiembre, un año antes de lo previsto, para aprovechar la debilidad de la oposición y el repunte en su desgastada popularidad gracias la crisis de Corea del Norte.La decisión desencadenó un terremoto en el panorama político con la desaparición de la principal fuerza de la oposición, el Partido Democrático (PD), que gobernó de 2009 a 2012, y que estaba sumido en una batalla interna tras desastrosos resultados electorales.Como primera fuerza de la oposición se situará el Partido Constitucional Democrático de Japón (PCD), liderado por el progresista Yukio Edano, quien se opone frontalmente a la reforma de la pacifista Constitución nipona.Su secretario general, Tetsuro Fukuyama, se mostró satisfecho con el resultado, y afirmó que la promesa de su partido de reformar la política ha resonado en la población.En un reportaje a NHK, Abe dio por hecha la arrasadora victoria de su partido, que con su socio, el budista Komeito, obtuvo una "mayoría estable y absoluta", pero pidió "humildad" a su formación a la hora de afrontar su tercer mandato consecutivo.Abe afirmó que su Partido Liberal Democrático (PLD) se aseguró la mayoría en la Cámara Baja del parlamento japonés y, junto a su socio de coalición, el budista Komeito, ya tiene asientos suficientes para mantener lo que definió como una "mayoría estable y absoluta".De este modo, la coalición gobernante podrá manejar sin inconvenientes el parlamento japonés. Antes aún de conocerse el resultado del conteo definitivo, Abe aseguró que la coalición que encabeza recibió un nuevo mandato para seguir su agenda política.La poderosa federación empresarial de Japón, la Keidanren, expresó su satisfacción con el sostenimiento de la estabilidad política, a través de su presidente, Sadayuki Sakakibara, quien explicó que de ese modo se podrán implementar sin problema las políticas que sacarán la economía de la deflación para revitalizarla y responder a la creciente tensión del entorno regional.Fuente: Agencia de Noticias Télam
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