En la curva que da a la cabecera del puente internacional, en el cuarto tramo de la costanera capitalina, tiene lugar una variada e interesante actividad de pescadores, donde además de prestarse para el mate de la mañana o la tarde, se está registrando un excelente pique, tal como fue reportado por dos aficionados quienes se hicieron con un pacú nada menos que de 25 kilos. Desde hace un tiempo, según el testimonio de estos felices pescadores amateurs, quienes casi a diario se acercan a esa zona ribereña en busca de un poco de “relax”, pero también de una buena pieza, contaron que la pesca con liñada (nylon y lata) se está poniendo más que atractiva, “con la captura de mucho salmón de río y armados de buen tamaño”, contaron.A diferencia de lo que se presumía, sobre lo imposible que se había vuelto sacar otra pieza que no fuera bagre o sábalo, por ejemplo, que aparezcan éstas (por los pacúes y dorados) “hablan de una salud del río en recuperación”, señalaron eufóricos a PRIMERA EDICIÓN. El feliz momento se captura en las fotos que más tarde se vuelven populares entre los grupos de pescadores por WhatsApp. Allí comienzan a replicarse y a viralizarse y eso hace que muchos más pescadores y curiosos también se junten para probar con alguna que otra línea a media agua. Coqueto muelle al que nadie vaAhí cerquita nomás, del lugar que se ha vuelto el predilecto de los amantes de la pesca, la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) había construido un muelle para contener la demanda de los pescadores de subsistencia y aficionados quienes se habían quedado sin sus históricos espacios tras las obras complementarias por la represa. Sin embargo el lugar jamás fue apropiado como tal porque, a pesar de tener instalaciones atractivas y seguras, la distancia entre el muelle y el agua en sí es de cuatro metros.“Hay buena pesca ahí, por lo que nos dicen los compañeros, pero es imposible levantar cualquier pieza a esa distancia por las dificultades que causa semejante altura, directamente no se puede. Es una lástima porque si llega el pique se corre el riesgo de lastimar al animal y tener que cortar la liñada y eso es perjudicial para ellos (por los peces)”, contó Luis N. uno de los pescadores que colaboró al pedido del jubilado que hace unos días se había coronado flamantes piezas de pacú, primero una de 8 kilos y luego ésta de 25. Un dato a tener en cuenta, en tanto, es que según la resolución 538/17, que se aplica todos los años como resguardo, para permitir que las distintas especies de los ríos puedan cumplir con sus ciclos biológicos.
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