La historia nos muestra a lo largo de un año, un grupo de jóvenes que busca subsistir día a día en la tarefa, la cosecha de hojas de yerba mate, un trabajo doloroso y mal pago que consume sus cuerpos. Darío “Piquillo”, Sergio “Tapití” y Mauro son hijos de familias de tareferos que, como tantas otras en Misiones, luego de la crisis económica de los años 90 se asentaron en un barrio o villa al borde de alguna de las ciudades de la provincia.Cada uno tiene su historia pero hay cosas que los tres tienen en común: conocer la tarefa desde niños, criarse en un entorno de pobreza, verse obligados a dejar los estudios y comenzar a trabajar entre los 12 y los 16 años. Como la mayoría de los jóvenes y adultos del barrio, suben cada mañana a los camiones que transportan las cuadrillas a los yerbales. Sus manos están destinadas a forjarse en la cosecha. Al mismo tiempo Walter, el hermano menor de Darío y Mauro, se rehúsa a convertirse en tarefero, sigue en el colegio y está cerca de recibirse.El yerbal hace de los cuerpos máquinas de cosecha. La yerba mate se alimenta de cuerpos jóvenes que luego arroja curtidos, desgastados y dañados cuando dejan de ser productivos. Ante el comienzo de una nueva temporada de cosecha, cada uno de ellos tomará un camino dentro de sus posibilidades o la falta de ellas.
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