El estudio, publicado en la última edición de la revista médica JAMA, una de la más influyentes del mundo, fue realizado además por investigadores del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) de Argentina y de la Universidad de Tulane, Estados Unidos."Los agentes sanitarios habitualmente están incorporados en los equipos de atención primaria, pero no se involucran en el manejo de condiciones crónicas, por lo que ese es un punto muy novedoso del estudio", explicó a Télam Rubinstein, quien era investigador del IECS cuando se realizó el trabajo y al momento de su publicación había asumido como secretario de Promoción de la Salud, Prevención y Control de Riesgos de la cartera sanitaria nacional. "El 70 por ciento de los hipertensos estaban adecuadamente controlados al final del proceso de intervención, eso es lo más relevante. Cuando se hizo el estudio estaba de un lado del mostrador y hoy soy tomador de decisiones, por lo que ahora la obligación es no eludir la responsabilidad para aplicar medidas que sabemos que hacen bien", reconoció.El funcionario recordó que actualmente existen en el país dos programas llamados "Redes" y "Proteger" que están "focalizados en el control y prevención de enfermedades crónicas", por lo que buscarán "que esas intervenciones empiecen a diseminarse sobre todo y principalmente entre las poblaciones más vulnerables", afirmó.Así, el ensayo clínico fue realizado en más de 1.432 pacientes de bajos ingresos de 18 centros públicos del país y demostró que "un programa de cuidado integral mejora el tratamiento de la hipertensión arterial, que afecta al 43 por ciento de la población adulta argentina".Se trata de cinco intervenciones que permitieron aumentar un 20,6 por ciento la proporción de pacientes que alcanzaron un "control satisfactorio" de la hipertensión: una visita periódica de promotores de salud a los domicilios de los pacientes cada uno o dos meses y la entrega gratuita de pastilleros u organizadores semanales de la medicación y de tensiómetros digitales para facilitar la medición de los valores de presión en el hogar.Además, se contempla el envío semanal de mensajes de texto individualizados para motivar a los pacientes a adoptar hábitos saludables y la capacitación (a distancia y presencial) de médicos de atención primaria en el manejo de la hipertensión. Con respecto a los resultados del estudio, "al cabo de 18 meses en el grupo que recibió el programa la presión arterial sistólica y diastólica media disminuyó de 19,3 a 12,7 milímetros de mercurio. En cambio, los descensos fueron significativamente menos marcados en el grupo control, que no recibió esas medidas: de 12,1 a 6,4 ", precisaron desde el IECS. Asimismo, después del mismo lapso un 72,9 por ciento de los pacientes había logrado un control adecuado de la presión arterial versus un 52,2 por ciento del grupo control, es decir, una diferencia del 20,6 por ciento.Los autores del trabajo también realizaron un análisis económico de la intervención y calcularon que a lo largo de ese año y medio "la diferencia de costos que implica respecto de la atención habitual es de 102,7 dólares por paciente, es decir menos de 6 dólares por mes"."Es una intervención muy costo-efectiva", subrayó a Télam Vilma Irazola, coautora del trabajo y directora del Departamento de Investigación de Enfermedades Crónicas del IECS. La especialista consideró que "pese a que nuestro sistema de salud está centrado en la figura del médico, un aspecto muy importante del estudio es que pone de relieve el rol que pueden jugar los promotores en el manejo de la hipertensión"."Los promotores de salud o agentes sanitarios pueden tener una mayor llegada y comunicación con los pacientes, por lo que deberían tener una mayor participación en los equipos de salud", agregó la también coordinadora académica de la Maestría en Efectividad Clínica de la Facultad de Medicina de la UBA. Y completó: "El mismo modelo se podría trasladar al manejo de la diabetes y otras enfermedades crónicas".En el mundo, poco más del 30 por ciento de la población adulta tiene hipertensión. El 75 por ciento vive en países de medianos y bajos ingresos como la Argentina, aunque la mayoría no conoce su condición. De todos ellos, apenas el 7,7 por ciento la tiene controlada. Asimismo, la hipertensión arterial se asocia a más del 50 por ciento de los infartos y a dos tercios de los accidentes cerebrovasculares (ACV). Fuente: Agencia de Noticias Télam
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