De niña soñaba que era una mariposa, y mientras estaba en ese sueño sentía que podía agitar las alas y que todo era real, entonces pensé y ponderé que era verdaderamente real, si en verdad era que soñaba ser una mariposa; o en verdad una mariposa que soñaba.La vida es de verdad un sueño y los seres humanos somos como viajeros que flotamos por el eterno río del tiempo, que embarcamos en cierto lugar y desembarcamos en otro, al fin de dejar lugar a quienes río abajo esperan subir a bordo.He visto a menudo en el escenario cómo los autores cantan, lloran, creyendo que son personas reales.También he visto cómo algunos de estos que llevan capa de funcionarios y por estar en sus papeles, gran desgracia es que haya gente que se apegue a ciertas obras sin comprender que son autores realmente. Pero los que tenemos boca y estómago, el problema de conseguir sustento se complica, aparecen las astucias, la falsedad y la deshonestidad en los asuntos humanos.Con la aparición de estos puntos llega el derecho criminal de manera que el rey no puede proteger, pero ahora ya no puede hacerse por cuanto el diseño a patrón fijado.De todas las cosas del mundo, aquella en que son más serias es la de ser funcionario y la que llamamos más frívolas es la de ser actor de una pieza teatral. Pero creo que esto es una tontería.Lo real en una obra no son los viejos caracteres que así se representan, si no los actores que lo representan.Todo el público tiene padres, esposas e hijos y lo hacen contando, llorando, riendo y enojándose y dirigiendo bromas. Son los verdaderos personajes que tratan de retratar.En reconocimiento de nuestra mortalidad y un sentido de pasajero del tiempo. Este sentido de pasajero del tiempo respalda a toda la poesía el sentimiento de que la vida esencialmente sólo un sueño, mientras remamos y remamos en nuestro bote, río abajo, al atardecer de un hermoso día.HaikuSueño que fue realidadsale en busca de larealidad que fue un sueñoColaboraAurora Bitó[email protected]
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