Después de leer esta nota, más de una persona prestará atención a las reacciones de su corazón cuando de un Me Gusta más en su foto o post de su perfil de Facebook o de la red social que más utilice.El cerebro es el culpable de nuestras reacciones frente a los “like”, frente a lo que dicen los demás sobre nosotros. Cuando vemos muchos Me gusta, la sensación de placer es inevitable, pues actúan como un motivador neurológico. La región del cerebro denominada núcleo accumbens se activa, y es precisamente la región conocida por los expertos como la encargada de procesar los sentimientos gratificantes producidos por elementos naturales y sociales como la comida, el sexo, el dinero y la aceptación social, en este caso con la aceptación de los demás a nuestra selección de fotos, chistes o diferentes posteos. Las conexiones neurológicas de la región en cuestión se ponen como locas y se disparan hormonas como la oxitocina, la adrenalina, la dopamina, la serotonina, la testosterona y el cortisol. Según el estímulo es la hormona que saldrá a recorrer nuestro cuerpo. Por eso, como el cerebro dice: “Estamos pasándola fantásticamente bien”, luego quiere más. Es que el efecto no dura mucho y los valores recaen, es ahí donde el cerebro va en busca de más Me gusta o “likes”. Es ahí donde debemos prestar atención porque podemos caer en la adicción de querer más Me Gusta y obviamente también pasa que, al disminuir los estímulos, podemos caer en un estado de tristeza sin saber bien por qué.Ciertamente, muchas veces colgamos una foto en nuestro perfil o compartimos un enlace pensando que sumarán cientos de Me Gusta y resulta que no es así. Si bien los científicos dicen que los seres humanos somos predecibles, en las redes sociales no siempre es así. La reacción de los otros puede sorprendernos gratamente y así también puede dejarnos en la más penosa desolación. Lo bueno es que podemos probar subiendo otra. No se trata de estar por estarEspecialistas creen que el cerebro tiene la suficiente plasticidad para adaptarse a este tipo de nuevos retos sin “cortocircuitos”, pero tengamos cuidado y dejemos descansar a la mente. Diez minutos de meditación y luego ¡a la carga! Por más Me Gusta. El ego es insaciable y nuestra necesidad de relacionarnos bien con la gente es inevitablemente humana. (R.T.)
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