Respirar hondo y oír los caprichos del destino muchas veces permite encontrarse con dones que no merecen ocultarse. Ceder a esa voz permitió a Luján Oliveira que la cerámica la encuentre. Sí, así, fue el arte de moldear y cocer el que la halló y la hace dueña de bellísimas obras, muchas de las cuales expondrá durante los próximos días, en la Feria de Artesanías del Mercosur (FAM).PRIMERA EDICIÓN visitó el taller de la ceramista, donde dada la cercanía del gran encuentro de la Ciudad de las Cataratas todo está abocado a una producción especial, “una línea referida a Misiones y la tierra colorada, a sus atractivos, por eso lo que hago es incorporar un poco de su flora, que me parece hermosa, de la fauna y ahora estoy pintando con tierra, que aporta otra textura y como el horno sella el material, se puede lavar y utilizar sin inconvenientes”, confesó Oliveira y recordó que descubrió esta posibilidad cuando estudiaba, experimentando con su grupo de trabajo.Vasijas, botellas, fuentes… todas con la impronta que un artesano de alma sabe impregnar se lucen en el atelier que con esfuerzo Oliveira fue montando al regresar de Oberá cuando culminó sus estudios, ciudad a la cual migró para estudiar Ingeniería.“Me aburría un montón, hasta que un día mi prima me invitó a la Facultad de Artes, enfrente, y me enganché, estoy super agradecida a la universidad”, confió la artista.Aunque reconoció que tenía clases de “dibujo, escultura, grabado, me fue bastante bien en todo, excepto en cerámica, me costó un montón tornear, en primer año tenía que tener una producción mínima y no podía ni centrar la pella, lloraba, pero era tan cabeza dura que me impuse y cuando entendí el click que es la alfarería, me apasioné, porque la cerámica es muy dúctil, es un material que permite hacer casi cualquier cosa”.Claro que probó otros materiales, “un tiempo trabajé con metal, me había ganado un premio y me compré un equipo de soldar; trabajé con madera, entonces busqué una motosierra; pasé por todos esos procesos y creo que todo eso hace que ahora lo que hago en cerámica tenga un poco de la cara de la madera, por ejemplo, cada pasito, cada herramienta, cada cosa que fui experimentando sumó algo”, subrayó.E hizo hincapié en que “no sé si hubo un momento en que elegí la cerámica, el taller lo fui armando con las herramientas que iba adquiriendo, no fue algo definitivo, un paso decisivo fue comprar el horno, fue una inversión importante, me ayudaron mis papás más un premio que había ganado, después conseguí el torno y es como que me especialicé”.Añadió que “el conocer a otros artesanos, por ejemplo, en esta feria, que viene de otras partes del mundo, que trabaja haciendo todo a mano y que tiene otra concepción de la vida, otra mirada, hace que uno se vaya contagiando y uno se vuelve amigo, entonces de repente estás esperando al de los cuchillos, al que talla madera”, apuntó.“A pesar de lo enorme que es, es una feria de amigos, que involucra al misionero y nos invita muy amorosamente, nos da un espacio hermoso, es tan lindo, tan top, es muy placentero estar”, recalcó la artista que cuenta con una interesante línea de bachas para baño, de utilitarios, también de esculturas y, junto a Valeria Zocayki está trabajando también en una serie de medallas para el Ministerio de Deportes.Para conocer más sobre su trabajo, en su página de Facebook, Luján Oliveira, se encuentra una gran galería de fotos. Otra forma de contactarse es su teléfono, (0376) 154661088.
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