Hola queridos amigos. Hoy quisiera compartir con ustedes un suceso muy emocionante y a la vez importantísimo que tuve la gracia de vivirlo. Trataré de organizar mi relato, para lo cual les contaré que este fin de semana participé con un stand con mis libros y el espacio que he dado en llamar Escuela de Pensamiento, en la feria "Expo Vida Mbopoty" (encuentro de salud y bienestar desde una mirada holística de los profesionales que dieron las charlas y talleres de terapias alternativas con técnicas naturales, constelaciones familiares, meditaciones, prácticas de yoga, tai chi, etc, más una gran oferta de productos afines), realmente un gran esfuerzo por parte de los organizadores y participantes que "causalmente" se realizó en el Parque Mitre de mi ciudad, Corrientes. Se preguntarán por qué puse causalmente y ahí comienza mi relato, dado que el viernes, mientras me encontraba instalando mi carpa bajo la lluvia me cruzo con una de las organizadoras del evento y me dice que estaba yendo a la terminal de ómnibus a buscar a los guaraníes que venían de San Pedro (Misiones) a quienes habían invitado a participar en un ritual de sanación del dolor producido en la tierra donde tuvieron lugar antiguas batallas, contándome ademas, que hubo una deliberación inicial acerca del emplazamiento de la feria. Cuando decidieron que fuera el predio que hoy ocupa el Parque Mitre, ya tenían decidido efectuar dicho ritual y luego se dieron cuenta que precisamente allí fue donde tuvo lugar la guerra de la Triple Alianza, he ahí la causalidad. Fue entonces que le mencioné mi gran admiración a esta raza y tan era así que los mencionaba a ellos y su Génesis, en uno de mis libros. Al día siguiente, ya en pleno desarrollo de lo que fue la feria me vuelvo a encontrar con esta persona cuando estaba llevando a los guaraníes a descansar previo acto de despedida, y me propuso que les dirija unas palabras de agradecimiento, lo que obviamente acepté sin tener idea de lo que iría a decir. Ni bien tomé el micrófono, una gran emoción me envolvió y se los dije, pues en ese momento me di cuenta de la oportunidad que la vida me estaba brindando de poder honrarlos y agradecerles en persona, no tan solo el hecho de haber accedido a venir desde San Pedro hasta acá con todas sus incomodidades solo para apoyarnos, sino agradecer su humildad, su sabiduría, su infinita paciencia, que al igual que la Madre Tierra, solo observaban y sufrían nuestro soberbio accionar sin siquiera enjuiciar habiéndonos dado todo. Proseguí diciéndoles que yo, como hija de inmigrantes, al igual que el resto de los que hoy habitamos en esta zona, hemos venido de afuera, tomamos su tierra reduciéndolos a una reservación, avasallando su cultura, sus costumbres, su religión, todo; imponiéndoles nuestras creencias en las cuales honramos a los vencedores de batallas contra nosotros mismos, mientras que ellos honraban la palabra debido a que su Génesis dice que eso es lo que el hombre es: "palabra-alma". Es por esto que consideran sagrada a la palabra ya que cuando entregan su palabra, entregan su alma. De ahí que sean tan silenciosos, ya que cuidan de su palabra como a su alma. Recordé allí cuando en épocas de mi padre no existía la firma, solo era necesaria la palabra para efectuar cualquier transacción. ¡Cuánto nos queda por aprender de ellos! Bueno, creo haber dicho un poquito más, pero lo interesante y maravilloso fue ver al final como todos, hasta los eventuales presentes, estábamos emocionados hasta las lágrimas, incluidos los guaraníes. En ese momento un grupo de las organizadoras y yo nos inclinamos hasta tocar el suelo con las manos en señal de honra y reverencia a su grandeza. Tan mágico fue el momento que ellos, sobreponiéndose a su extrema humildad, pues ni siquiera levantan la vista como para no hacerte sentir su superioridad, en un raptus mágico, nos abrazamos entre todos. Aunque parezca un pequeño acto de reparación sin trascendencia, nada escapa de la mirada Divina y energéticamente debemos saber que se ha reparado una deuda kármica colectiva muy importante, pues así como se saldan deudas individuales, con mayor razón deben ser saldadas las colectivas y en este caso en el cual fuimos los representantes de una raza dominante los que honramos, pedimos perdón y agradecimos a la raza dominada, fue una explosión de luz que se irradia y multiplica en el mismo sentido entre otras razas del planeta ya que como se sabe: el aletear de una mariposa aquí, produce un ciclón en China y es posible que sin siquiera darnos cuenta ni proponérnoslo, hayamos iniciado un proceso de paz en algún rincón de nuestra amada Madre Tierra, y al hacérselo saber hoy a ustedes, mis amados lectores, y al emocionarse para el bien con su lectura, continúan con el proceso de expansión de la luz y la paz. ColaboraGraciela del CarmenZaimakis de AbrahamEscritora
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