Señora Directora: Como es sabido, las bolsas de plástico contaminan y, en muchos casos, no son necesarias: ninguna se recicla y tardan entre 150 y 1.000 años en descomponerse.La bolsa de plástico es el producto clásico de nuestra cultura actual de “usar y tirar”, que malgasta grandes cantidades de materiales y energía para fabricar productos efímeros de un solo uso. Se fabrican a partir del petróleo, un recurso no renovable, costoso, cada vez más escaso y responsable de la emisión de gases de efecto invernadero; es decir, del cambio climático. La mayoría acaba en el mar, enterradas en los basurales o quemadas en las incineradoras lo cual contamina enormemente. Además, su dispersión en la naturaleza causa mortandad de animales en el medio terrestre y acuático. Las tortugas, los delfines, etc., por ejemplo, se las comen porque las confunden con medusas muriendo por su ingestión.Con un pequeño esfuerzo de la ciudadanía y con medidas concretas por parte de nuestros gobernantes sería posible lograr que los consumidores y los comercios sustituyan las bolsas plásticas por otro tipo de recipiente más resistente y duradero. Si cada persona va cambiando sus hábitos cotidianos y pone su granito de arena, podremos ayudar a cuidar el medio ambiente y dejar un planeta más habitable para las futuras generaciones.
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