Un efectivo policial se encuentra bajo investigación por parte de la Justicia provincial, después de que una joven de 23 años denunciara que el uniformado la manoseó y le exigió sexo oral en un baño de la comisaría seccional Cuarta a cambio de permitirle visitar a un hombre que se encuentra alojado en la mencionada dependencia y que sería pareja de la presunta víctima.PRIMERA?EDICIÓN pudo saber que el cabo fue notificado sobre la instrucción de una causa por parte del magistrado Walter Ricardo Balor, titular del Juzgado de Instrucción 6 de Posadas, quien lleva adelante las actuaciones correspondientes. Se inició además un sumario administrativo a los fines de establecer las responsabilidades del policía sospechoso, según informaron desde la propia fuerza.Según la denuncia, radicada en la Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional?I, todo sucedió el último miércoles alrededor de las 13, cuando la denunciante se presentó en la comisaría cercana a la avenida Costanera para darle el almuerzo a su pareja, quien se encuentra alojada en el lugar.La víctima contó que entregó el alimento y que se retiró de la guardia. Sin embargo, ya en la calle, volvió a ser llamada por uno de los policías que se encontraba en servicio, quien le preguntó si estaba interesada en tener una visita con su novio.La muchacha no lo dudó un segundo y siguió al policía, quien abrió una puerta y le dijo que pase. No se trataba del sector de celdas, sino de un baño. Siempre al decir de la denunciante, el policía la encerró allí y manoseó durante largos segundos. Incluso aseguró que alcanzó a mostrarle su miembro viril y exigirle que “lo tocara”. Posteriormente dijo que el uniformado le propuso recibir sexo oral a cambio de liberarle las visitas al detenido todas las veces que quisiera.La joven, oriunda de Garupá, aseguró que se negó a las invitaciones del policía, razón por la que el cabo desistió de su actitud y la dejó salir del sanitario. Acobardada por lo sucedido, recién radicó la correspondiente denuncia al día siguiente.Ante tal situación, Balor ordenó la notificación del policía sobre una causa penal, a la vez que solicitó el secuestro de las filmaciones de las cámaras de seguridad de la comisaría Cuarta, a los fines de establecer el grado de veracidad de la denuncia. Mientras tanto, internamente, el uniformado fue trasladado a otra comisaría, esta vez en el sur posadeño, a la vez que se le inició un sumario administrativo.La investigación continúa con el objetivo de saber si la grave denuncia tiene o no asidero. Por lo pronto, todo es materia de trabajo para los pesquisas del Juzgado de Instrucción 6.
Discussion about this post