Se presentaron como clientes en el aeroclub de Victoria, pero enseguida desenfundaron armas y se robaron la avioneta, una Cessna 182. Escaparon por aire y, creen los investigadores, la intención era llegar a Paraguay, donde la aeronave iba a ser reacondicionada para el tráfico de estupefacientes. Sin embargo, la máquina se precipitó a tierra en medio de los Esteros del Iberá.Milagrosamente, los cuatro delincuentes lograron salir con vida. Escaparon de la muerte pero, al menos uno de ellos, no pudo eludir a los investigadores. Uno de esos maleantes es posadeño, tenía pedido de captura internacional y ayer por la tarde finalmente fue detenido en plena Estación de Transferencia de Miguel Lanús, cuando caminaba como uno más entre un mar de personas.Fuentes del caso le contaron a PRIMERA?EDICIÓN que el trabajo fue resultado de un sigiloso seguimiento que desde hace semanas llevaban adelante efectivos de la División Robos y Hurtos de la Dirección de Investigaciones y Delitos Complejos de la Policía provincial.Finalmente, este viernes los detectives confirmaron que era el momento y fueron por su presa, que fue arrestada sobre avenida “Tulo”?Llamosas casi Perón, en el sur del Gran Posadas, aparentemente cuando se disponía a abordar una unidad del transporte urbano de pasajeros. Para el ojo no adiestrado, era uno más entre todos.Supera a la ficciónEl posadeño, de unos 30 años, es protagonista de una historia cinematográfica. Las autoridades entrerrianas creen que formó parte de la banda de cuatro asaltantes armados que irrumpieron en el aeroclub de Victoria en la tarde del martes 21 de febrero último.Los delincuentes, primeramente, se hicieron pasar por un grupo de amigos que anteriormente había solicitado por vía telefónica y desde Rosario la realización de una sesión de paracaidismo para un conocido, en lo que iba a ser el cierre de una despedida de soltero.Al otro día regresaron y develaron sus verdaderas intenciones. Los cuatro portaban armas de fuego, encañonaron al personal del aeródromo y escaparon nada más y nada menos que por el aire con una avioneta Cessna 182, matrícula LV-HBB. En la escena abandonaron un auto que, se supo luego, era robado.En virtud del acento paraguayo con el que hablaban los maleantes, entre otros detalles, los investigadores rápidamente entendieron que el objetivo de la banda era llegar hacia Paraguay. Es que ese tipo de máquinas son preciadas en el mundo del narcotráfico para el transporte de estupefacientes.La búsqueda de la aeronave se llevó a cabo en todo Entre Ríos, Corrientes e incluso Misiones. Y fue en la provincia vecina donde finalmente fue encontrada, el jueves 30 de marzo, cerca de Colonia Pellegrini, nada más y nada menos que en medio de los Esteros del Iberá.Curiosamente, la avioneta se había precipitado a tierra. Sin embargo, de sus ocupantes no hubo mayores rastros. No obstante, el entrecruzamiento de datos permitió determinar que semanas antes del hallazgo de la aeronave, guardaparques se cruzaron con un grupo de delincuentes -sin saber que eran ellos- y les exigieron sus datos personales. Los delincuentes aseguraron ser apenas visitantes que se habían perdido, pero que llegarían a destino por su cuenta.La historia continuó posteriormente con otro capítulo propio de Hollywood. El sábado 15 de abril fue detenido en Rosario un instructor de paracaidismo vinculado al grupo de operaciones “narco”. Sin embargo, ese hombre murió el martes 27 de junio en su casa, tras haber obtenido la excarcelación. En principio se habló de que el hombre de 48 se suicidó. Pero las dudas nunca llegaron a despejarse del todo.Lo cierto es que hasta ayer la causa no tenía detenidos. Ahora, la aprehensión del posadeño -quien sería trasladado a Entre Ríos en las próximas horas- aporta algo de esperanza a los investigadores sobre la resolución de una causa con alcance nacional.
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