Las hermanas tenían 1, 3 y 6 años cuando su padre las violó. Todo ocurrió dentro de la casa familiar y para cometer los hechos, el hombre golpeaba y amenazaba a la madre de las criaturas. Sin embargo, un día la mujer escapó y radicó la denuncia. La acusación derivó en la inmediata detención del depravado.A más de un año del caso, el hombre fue condenado a la pena de 18 años de prisión, acusado de “abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo, tres hechos en concurso real, y amenazas en concurso real en calidad de autor”, tras confesar su responsabilidad y firmar un juicio abreviado.El acuerdo al que llegó la defensa y el fiscal del alto cuerpo, el letrado Federico José Rodríguez, sería homologado en las próximas horas por el Tribunal Penal 1 de Eldorado, conformado por los magistrados Atilio León, Lyda Gallardo y María Teresa Ramos.Violencia y abusosPara la pareja, la tarde del viernes 5 de febrero de 2016 inició con una fuerte discusión dentro de la casa que compartían en el barrio del kilómetro 1 de Puerto Esperanza. El hombre, de 32 años, atacó a su concubina, a quien obligó a que saliera afuera de la propiedad. Desde allí la amenazó con matarla si ingresaba.La mujer tomó a sus tres hijas e intentó marcharse. Sin embargo, el padre de las criaturas tomó por la fuerza a una de las niñas, la de 6 años, y la encerró en la habitación. La madre regresó por la pequeña pero el hombre la sacó a empujones y finalmente la echó a la calle. El condenado ingresó al inmueble, cerró con llave y sometió sexualmente a su propia hija. Horas después la mujer ingresó a la vivienda. Fue en ese momento cuando notó lo que había ocurrido pero antes de poder hacer algo, el sujeto la golpeó y amenazó para que no lo denuncie.Al día siguiente, el sábado 6 de febrero de 2016, cerca de las 19, comenzó otra discusión. Esta vez, la madre de las niñas le recriminó lo que había hecho con la mayor de las pequeñas. El malviviente, lejos de arrepentirse, volvió a golpearla y reiteró su accionar: esta vez tomó a las dos más pequeñas, de 1 y 3 años, y las encerró en la habitación. La madre fue obligada a retirarse y amenazada para que no intente defender a las menores. Fue entonces que abusó de las criaturas.Las fuentes consignaron que una de las pruebas irrefutables en contra del sujeto fue el hallazgo de restos biológicos del acusado en la ropa interior de la bebé. Transcurrida aquella pesadilla, la madre finalmente rompió el silencio y radicó la denuncia en la Comisaría de la Mujer. Los médicos que examinaron a las víctimas constataron las violaciones y señalaron que las tres presentaban severas lesiones, desgarros, cicatrices y múltiples excoriaciones. Rodeado por las pruebas, el hombre finalmente resolvió confesar y acordar una pena a 18 años que cumplirá en la cárcel de Eldorado.Encuadre legalEl acusado fue condenado de acuerdo a lo establecido por el artículo 119 del Código Penal, que impone las penas para los hechos de abuso sexual. En el caso en cuestión, el delito se agravó en base a lo definido en el tercer párrafo, que amplía las penas a entre “seis a quince años de prisión cuando mediando las circunstancias del primer párrafo hubiere acceso carnal por vía anal, vaginal u oral o realizare otros actos análogos introduciendo objetos o partes del cuerpo por alguna de las dos primeras vías”; y en el cuarto párrafo, en este último punto en relación con el inciso B. Esto último, debido a que el delito también se agravó a una pena que podía ser de 8 a 20 años de reclusión, por ser el autor “ascendiente, descendiente, afín en línea recta, hermano, tutor, curador, ministro de algún culto reconocido o no, encargado de la educación o de la guarda”. El imputado también admitió haber incurrido en el delito de “amenazas”.
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