Un te amo sin compromiso, un beso sin cariño y un abrazo por whatsapp, son moneda corriente en estos tiempos. Quizás se debe a que pensamos más y sentimos menos. Hoy nos encontramos inmersos en una sociedad donde abunda el desorden y la hipocresía. Por otra parte, puede tratarse de la manera en que nos comunicamos, sin barreras ni distancias. Las nuevas tendencias que rigen nuestros estilos de vida, factores que hicieron que algunas actitudes referidas al amor se vayan desvaneciendo y con el pasar del tiempo se convirtieron en realidades vacías, carentes de valor, pareciera que se sumergen en un abismo sin retorno. Por supuesto, toda etapa en la vida se encuentra en constante evolución y muchas veces debemos adaptarnos a estos tiempos, pero no puedo dejar de imaginarme que en todo acto de amor siempre estará presente: una esencia, un acto, un momento, que convierte el amor en algo único, verdadero y necesario que nace en cada persona cuando se enamora de otra. El otro día leí una nota referida a que entre los jóvenes, dar un beso casi no significa nada. Entonces pensé que aquello sería algo prácticamente imposible, no se me ocurría pensar en no sentir la adrenalina del acercamiento al rostro de una mujer para besarla sin sentir esa ternura que implica después de haberlo lograrlo. Nuevamente, me puse a pensar todas esas cosas que el tiempo se encargó de hacerlas a un lado, entre ellas recordé el trabajo y el tiempo que tomaba pensar y escribir una carta, hacer un alto en el camino y elegir un ramo de flores que combine: precio y que luzca presentable. Finalizar la jornada y tomarse un tiempo para hacer un resumen del día en pareja y tantas otras cosas que en nuestro apuro y estados de ánimo no podemos hacerlas. Tal vez el amor también se adapte a nuestros tiempos y deje de lado los antiguos rituales y momentos, que antes eran especiales y lo transforme en algo más vertiginoso y dinámico, que no necesite de valores anticuados. Incluso, estas nuevas relaciones serán más abiertas y no necesitarán más de responsabilidad, compromiso y la honestidad en una pareja.El amor entre dos personas tiene esas cosas: puede ser lo más fuerte y verdadero que existe en el mundo, el motor que dará la razón y la energía para continuar en este mundo, pero a la vez es un sentimiento frágil, fugaz y en muchos casos, sin retorno. La verdadera felicidad se encuentra en las cosas simples y entre ellas podemos nombrar un beso, de esos que llegan hasta el alma, que abren la puerta para esas noches que siempre se recordarán. Un beso que nos haga recordar que el amor existe y se transforme en una nueva oportunidad. Un beso que se convierta en primavera donde renacerán todas aquellas cosas que estaban dormidas y que en una noche de pasión abrirán sus alas y saldrán a volar.Si muchas personas piensan que un beso es algo que casi no tiene importancia y se da en el marco de lo casual, un momento “para pasarla bien” y después cada cal con su rutina. Y a la semana siguiente se volverá a concretar con otras personas, y así se perderá el significado, no solo de un beso sino de la importancia del amar. Así se verá un futuro carente de sensibilidad, donde las verdades y sentimientos serán solo el eco de una promesa, y lo que valdrá la pena serán las individualidades y el egoísmo que reemplazarán el pensar en la felicidad del otro. Luego contagio mi razón con un poco de esperanza y pienso que besar a la persona amada trasciende más allá de la tendencia de cualquier sociedad. El amor siempre renacerá, por más que los desiertos de la indiferencia lo cubran, porque su esencia florecerá como una flor en primavera y su encanto siempre estará para las parejas que se encuentran en silencio, esperando ese beso detrás de una mirada sincera.PorRaúl Saucedo [email protected]
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