Coordinar una excursión a Tánger te da la posibilidad de contar con un guía local que te llevará por lugares asombrosos. Así fuimos y tan solo pisar Tánger ya sentís que estás en un mundo de novelas. En la casa de El Sultán. Morocco, oficialmente denominado Reino de Marruecos está separada del continente europeo por el Estrecho de Gibraltar y por allí cruzamos para llegar a Tánger.Una de las visitas por la ciudad incluye el ingreso a una antigua casa convertida en el mundo de las alfombras. En fila, con todo el grupo, vamos ingresando sin poder dejar de mirar hacia un lado y a otro, sin saber en qué punto detenerte porque los dibujos y detalles tapizan paredes, rincones, pisos. Subimos unas escaleras de madera guiados por marroquíes, todos hombres. En la planta baja, a la izquierda vemos al pasar un bazar magnífico y ya les contaré sobre los metales y las joyas. Hoy la verdadera joya de los marroquíes es una alfombra, esa que traerá al hogar paz, felicidad y mucha suerte, eso es lo que significan esos trabajos maravillosos. Es Mohamed (el que está de marrón) quien nos habla, en inglés y también en un español bastante entendible. Yo estaba fascinada como todos los del grupo que se formó en España con turistas de varios países, incluso de Argentina. Mohamed comienza a hablar sin pausa y con prisa, tanto que mezcla el inglés y el español de manera ¡increíble! “Abajo trabajo hombre. Cobre, madera de cedro, cerámica, joyería, todo lo que un hombre hace… Acá carpet, cien por ciento lana. Se pueden lavar como quieras, no importa cats, dogs, se lava..”. Sí, así como ustedes nosotros también entendíamos lo que quería decir. Habló de los colores: blue, índigo, yellow. Y acomodó su discurso al español, sin dejar de extender una, otra, otra, y otra, a cuál más linda, y con cada una un suspiro unísono. Sumó a dos hombres para que lo ayuden a desplegar sus tesoros más preciados. “Se pueden colocar sobre el mármol o la madera y no se resbala. Los colores a pesar de ser fuertes, son suaves así que siempre hay paz en las casas. Esto es lo más precioso que tenemos en Morocco: nuestras alfombras”. Hay muchas culturas en Marruecos, “es un mix de culturas: bereber, árabes nómades beduinos, tuaregs. El mix de culturas no ha dejado de explotar los tapetes… Todos continúan tejiendo alfombras porque mantienen sus tradiciones, pues los nómades no andaban con mobiliarios, eran las alfombras las que se usaban para las camas, para cubrir las paredes y protegerse del viento, para abrigarse en las noches y como manteles para servir la comida.Mohamed nos explica que todas sus alfombras son “anudadas a mano y son doble faz, dobles caras, siempre reversibles. Una cara siempre es gratis, la otra cara es para vender”, y nos reímos todos, pero él siguió hablando como si nada. Las redondas también son atractivas, y aclara que están realizadas con lana de cordero vivo, animal que no toca la tierra, porque utilizan la lana que está en el cuello del animal. Estar allí sí que te despierta tu SextoSentido y les iré contando más sobre este Morocco de ensueño.Por Rosanna ToraglioFotos: Santiago Saleh
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