El Consejo de Administración de la Cooperativa Aguas Puras Puerto Rico Limitada (CAPRIL) dio a conocer la inversión que realizó la institución con el subsidio no reembolsable de $1.800.000 que recibió del Gobierno provincial luego del incendio que sufriera a comienzos de año y que puso en grave compromiso la provisión de agua potable. Fue el 15 de enero cuando, por una falla eléctrica que seguramente se vio favorecida por el intenso calor de ese domingo, se produjo un grave siniestro que destruyó en su totalidad la instalación eléctrica, los tableros y, en gran medida, el edificio que contenía el sector. Si bien los primeros rumores no eran optimistas, pues se hablaba de cinco días sin agua, eso no ocurrió, pues en menos de 15 horas, con un tablero de repuesto y el gran trabajo de un equipo técnico, se comenzó nuevamente a potabilizar sin que se sintiera la falta en algunas zonas. No así en las más distantes, donde con mayor dificultad se fue normalizando el suministro con el correr de los días.El presidente de la cooperativa, Bernardo Schardong, dijo que “el objetivo es mostrar cómo se invirtió un subsidio del Gobierno provincial que recibió la Cooperativa luego del incendio que sufriera el 15 de enero pasado que destruyó completamente la sala de control con todo su sistema eléctrico y los tableros en su totalidad. El Gobierno provincial nos otorgó un subsidio no reembolsable de $1.800.000 que se invirtió íntegramente en la restauración de los sistemas dañados para que todo vuelva a funcionar con normalidad. Este mes estamos presentando el último informe y balance y queremos también hacerlo ante la comunidad”, dijo.Esta institución cuenta con 22 empleados, 6.500 usuarios, el ejercicio 2016 cerró con un superávit de 3 millones de pesos y está llevando adelante un plan de obras que garantizará la provisión de agua hasta el año 2040.Sin embargo, algunas prioridades debieron ser alteradas luego del incendio, sobre esto también habló Schardong: “La cooperativa con sus recursos propios sigue haciendo obras importantes, a pesar de que se tuvieron que modificar algunas obras, como por ejemplo, la parte eléctrica estaba planificada ser modificada recién en el año 2019, pero tuvieron que invertir las prioridades a raíz del incendio. Sin embargo seguimos con la obra del nuevo módulo potabilizador que nos permitirá duplicar la capacidad y garantizar la provisión por varias décadas más”, explicó.El actual módulo potabilizador tiene una capacidad de 250 m³, y se está construyendo uno idéntico con lo que se espera próximamente poder duplicar la capacidad. Además, antes del incendio la planta trabajaba solamente con un transformador eléctrico, y ahora lo hará con tres, y se están agregando dos bombas nuevas que contribuirán con un nuevo acueducto que también se encuentra en construcción. Por otra parte, también se encuentran realizando tareas de readecuación a los tiempos presentes, con la contratación de nuevo personal y la implementación de un sistema informático con el fin de brindar un servicio cada vez más eficiente.Si bien todas estas obras las realiza la institución con fondos propios, hay una inversión necesaria que no va a poder realizar y para la que esperan la ayuda de la Entidad Yacyretá: una nueva toma de agua desde el río Paraná. Al respecto, las autoridades aseguraron que tienen la promesa de la Entidad de que la inversión se realizará.
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