Y así fue como asintiendo a todo como es… aceptando e integrando mi sombra… aceptando mi división, llegue a este vacío y comprendí, que jamás me iba a abandonar, y fue así , como lo que pensé que concluía en realidad… comenzaba.Comenzaba a darme cuenta que no había llegado a ninguna parte, simplemente tenía que aceptar este vacío porque él no iba a irse. Entendí que no era el fin, sino el comienzo. Ese vacío tan amenazador, era menos amenazador que mi sombra, era simplemente eso, vacío… y comencé a convivir y compartir con él, comencé a escucharlo a sumergirme en él y a dejarme llevar.El vacío se puede transformar de amenazador a creador, de melancólico a desafiante, de angustiante a tranquilizante. Comenzar a vivir sin protegerse de él, es justamente comenzar a integrarlo. Él se llena de mí, pero se vuelve a vaciar y me invita a re inventarme tantas veces como pueda mirarlo.Ya no se llena ni con Papá ni con Mamá… ni con la persona amada, ni con los hijos, ni con las actividades o las cosas materiales… él es mi vacío creador. Es fuente de vida.El vacío nunca se llena… ¡aprende a vivir con eso!Muchas veces vamos tras las cosas materiales pensado que son ellas las que nos traerán la completitud, pero luego nos damos cuenta de que no son las cosas las que nos llenan, es lo que ellas nos traen, pero es efímero, es solo una imagen de lo que es… y así comienza un ciclo hacia el exterior de búsqueda interminable, cuanto más buscamos, más nos frustramos, porque vamos hacia afuera y no hacia dentro.Depositar la energía en conseguir la completitud en las cosas, es vivir en línea directa hacia afuera, te aparta de ti. Es depositar nuestros pensamientos y energía en la creencia que algo externo nos va a completar, esto activa el ciclo de búsqueda hacia el exterior y lo único que hace es aparatarte de ti. Tú eres lo que estás buscando, no te alejes de tu interior.ColaboraPatricia [email protected] Facebook: Patricia Monica Couceiro 3764 829015
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