Parecería que lo hacemos con más conflictos o haciendo que escale la situación original. Cortes de calle por piquetes, palos y gases, heridos y detenidos, gente que quiere trabajar y no puede, gente que puede y no lo hace, vuelos detenidos porque los trabajadores temen perder salarios, piedrazos, palazos, piñas y quejas.Hemos avanzado en muchísimos aspectos, algunos sociales, tecnológicos, etc., ahora bien, en cuanto a la manera que utilizamos para resolver los conflictos tenemos una deuda pendiente.¿El arte del acuerdo ha sido sustituido por la polarización?; ¿Cómo trabajamos por la paz en un contexto que se polariza cada día más?; ¿Valoramos la paz?.Escucho personas que se llenan la boca en nombre de la paz, sin embargo ante la primera cuestión con la que no concuerden o ante la primera persona que contraríe sus ideas, desvalorizan, atacan, se enojan y actúan desde la ira.Entiendo que este panorama desalentador, les debe resonar en algún aspecto. Por ello es urgente cambiar por una mirada propositiva de la conflictividad, contar con una sociedad sensible al conflicto nos permitirá construir esa paz que tanto proclamamos.No todo está perdido, cada uno de nosotros tiene el poder de comenzar el cambio de paradigma, salir de este rol de víctima quejosa y tomar conciencia de las oportunidades que tenemos para aprovechar los aprendizajes que las situaciones conflictivas nos traen.Sabemos que cada persona percibe las cosas de manera diferente, lo que lo lleva a comprender de manera diferente y significar de uno u otro modo determinada situación.Cuando el ego toma el mando, pensamos que nuestra visión de las cosas, "es" la realidad, que es la "correcta" y que todos los demás están equivocados, esto nos lleva a posicionarnos y cerrarnos a otras ideas e información.Una manera de abrirnos es intentar comprender. Cuanto más comprensión exista de nuestra parte más abiertos estaremos a mejorar nuestro punto de vista pudiendo escuchar las ideas de otras personas. Ahora bien, no se puede comprender lo que no se conoce, por lo tanto, poder escuchar para conocer y comprender es un paso esencial que por simple quizás muchas veces pasamos por alto a la hora de solucionar una situación que nos disgusta.Si nuestra mente está agitada, con pensamientos egocéntricos, este movimiento de apertura a la escucha será muy difícil. Mantengamos nuestra calma interior, en silencio ante personas con mentes agitadas por el conflicto. Intentar hacer razonar a una persona enojada es una pérdida de tiempo, dejemos que se descargue y quizás un momento más tarde podremos abordar el tema constructivamente. No se trata de no decir lo que pensamos, sino de decirlo de manera constructiva y adecuada. Una cosa es quejarse por el simple hecho de protestar -muy de moda actualmente- y otra es una queja constructiva que nos lleve del problema a la propuesta y de la propuesta a la acción.Démosle una oportunidad a la paz.ColaboraValeria [email protected] 3764510132
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