Señora Directora: Muchos se preguntan: ¿qué está pasando en nuestro país? Resulta que ahora Maldonado es el único considerado “desaparecido” cuando ya se perdió la cuenta de la cantidad de personas de las que no se sabe dónde están. Sólo acá en Misiones se denunciaron desapariciones de personas jóvenes y adultas de las que no se le dio la exagerada importancia que se le da hoy a este ciudadano del que nada se sabe y que se esperó un mes para que se realicen investigaciones y estudios puntuales. Claro está, por parte de la Justicia y no del Poder Ejecutivo que no tiene injerencia en el caso. Pero hay intereses políticos y de los fanáticos del régimen anterior que apuntan, por ejemplo, a la Ministra de Seguridad o al mismo Presidente como el ex jugador diez que no se encuentra en el país, pero opina como el gran ejemplo de los argentinos. No se puede creer que le sigamos “la corriente” a quienes no quieren y no entienden que Argentina no saldrá adelante con este tipo de chicanas, con estas trabas que sólo sirven para frenar o retrasar los procedimientos judiciales y el esclarecimiento de los distintos casos investigados.El país necesita paz, solidaridad, respeto, mente positiva y lealtad a la patria, sino nos seguiremos perjudicando mutuamente sin los resultados que todos esperamos. Digo: “Quienes queremos vivir en un país en orden, trabajo y convivencia pacífica”. Todos los días, todo el tiempo, los medios enfocados en este tema de Maldonado ¿Y los otros desaparecidos? ¿Y si mañana aparece Santiago Maldonado van a pedir disculpas? No creo. ¿Acaso no se puede pensar que está escondido en algún lugar? ¿Que los conocidos del pasado hicieron una jugada tramposa para descalificar al gobierno? ¿Es que esos desalmados pretenden volver o buscar de la manera de “saltar al sillón”? No, señores, esa no es la forma de mantener el sistema democrático, porque bien que se respetó a la gestión anterior para que finalizara su mandato, a pesar de que luego no cumplió con la entrega de los atributos presidenciales a su sucesor. Lamentable e irrespetuosa manera de despedirse por parte de quien representaba a la Argentina hasta ese momento. Pero es así, todavía faltan muchos años de vida democrática para que las cosas funcionen y se hagan como corresponde y como sucede en los países del primer mundo.Duele estar en medio de desaciertos y de agresiones todo el tiempo, de funcionarios que a pesar de su exagerado ingreso mensual, todavía arremeten contra el poder central como si fueran el buen ejemplo, cuando su función debe apuntar a encontrar soluciones a los graves problemas que aquejan a la sociedad y al país. Realmente dan vergüenza algunos que, quizás, nunca soñaron con llegar a un lugar tan especial y, sin embargo, se abusan con actos que dan lástima.Por algo se dice ¡qué país generoso y pacífico!
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