Una tarde encendió la TV y su vida cambió. Sin darse cuenta, ese botón puso en marcha una pasión inexplicable que la llevó a volar y demostrar que las bicis BMX no son solo cosa de hombres.Analía Zacarías es una mujer con los ovarios bien puestos, que a los 17 años sintió curiosidad por el gran show de los X Games, un certamen de deportes extremos organizado por el grupo de ESPN en los Estados Unidos que la atrapó y hoy, a los 28 años, la encuentra entre sus protagonistas con mayor futuro.“En un principio muchos pensaban que era una disciplina solo para hombres, pero con el correr de los años pude demostrar que las mujeres también estamos preparadas para esta disciplina de alta exigencia sobre la bici”, explica Analía Zacarías, reflejando un orgullo difícil de ocultar y levantando la bandera femenina en cada pirueta que realiza para mejorar su performance.Analía pudo abrir la puerta al profesionalismo y se ilusiona con la gran posibilidad de llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.El tiempo y los resultados hicieron que los referentes del BMX en Argentina la llamaran para formar parte de la selección nacional. “Fue hace casi un año. Mi teléfono sonó y me citaron para sumarme a la selección argentina. Tuve que cortar y pedí que me vuelvan a llamar a los cinco minutos, no podía contener la emoción”, cuenta Ana con ojo brillosos, despertando nuevamente sensaciones únicas, de sensibilidad y satisfacción.Esta posadeña pudo enfrentar su sueño, descifró su talento y poco a poco va subiendo la apuesta. Participa de la Serie Mundial de Rider BMX Free Style, donde sigue sumando experiencia y los puntos que la ubican en el cuarto puesto del ranking, algo inesperado en aquel comienzo, cuando los mejores estaban saltando en la televisión.Una referenteAnalía es dueña de una personalidad fuerte, decidida, conquistadora. Sabe que hay momentos en los que no se puede fallar y que todo depende del esfuerzo y la dedicación que ponga en cada desafío.“Como mujer, creo que me gané un lugar en una disciplina muy identificada con los hombres. Poco a poco se va rompiendo ese preconcepto y las chicas somos más tenidas en cuenta en la competencia mundial. Estamos cada vez más firmes”, asegura Analía sin esconder la sonrisa.En sus inicios, sus padres (Ramón y Miriam)?no tenían bien claro el camino que la pequeña había decidido “pedalear”. Sin embargo, hoy son un gran respaldo. “Ellos me alientan, me acompañan y creo que disfrutan tanto como yo. Hasta a veces se atreven a corregirme alguna posición de los trucos mirando las fotos o un video”, revela, agradecida por ese afecto incondicional.“A veces me pongo a pensar que todo comenzó en la plaza San Martín y hoy me encuentro en el lugar que soñaba. No lo puedo creer”, explica.“Si yo pude lograrlo creo que otras personas también podrían hacerlo. No es fácil, pero con sacrificio y entrenamiento se puede”. Lo dice una mujer que sintió curiosidad, se animó saltar y hoy está “decidida a volar” aún más alto.Por Gringo [email protected]
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