Señora Directora: Me parece que alguna vez los televidentes tendríamos que hacer una huelga de televisores apagados. Aunque resulte difícil por la dependencia que ellos nos crea, olvidarse por horas de su existen Sería una forma de demostrar la necesidad de que las programaciones se renueven y tengan algún contenido útil.Si no son programas de entretenimiento que envilecen la condición humana o nos dejan pendientes de las “pavadas” de algún personaje intrascendente, durante horas repiten un hecho político o delictivo, arrastrándonos al hartazgo. Profundizan además las diferencias entre unos y otros condicionando, creando una sensación de insatisfacción general que en nada aporta al crecimiento social y, menos aun, a una convivencia en paz y armonía.
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