Un Estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) estimó que la tendencia a la suba del gasto público que rigió en el período 2003-2005, se frenó en 2016, en consonancia con la asunción del gobierno de Mauricio Macri.En el ranking que elaboró ese instituto con una visión ortodoxa de la cuestión fiscal, Misiones se ubica entre las dos jurisdicciones que más ajustaron sus cuentas fiscales en 2016, con un 14,92% de recorte de gastos respecto a 2015, solo debajo de Santa Cruz. En los puestos más bajos de la tabla, en tanto, se ubicaron la CABA, provincia de Buenos Aires y Chaco. Si se lo ve como una radiografía de la austeridad fiscal en el período, el estudio deja a la vista más de una paradoja. Curiosamente, las administraciones de signo peronista o independiente, ocupan los primeros puestos, relegando a los gobernadores de Cambiemos, pese a que el ajuste fiscal figura entre los principios canónicos de los gobernantes. Por su parte, las administraciones macristas de la CABA y la provincia de Buenos Aires incrementaron el gasto en un 1,71 y un 2,96, respectivamente. Como señala el IARAF, este dato es significativo en el contexto de los reclamos de las administraciones peronistas (entre las que ubica a Misiones), por una eventual reconfiguración del Fondo de Reparación del Conurbano Bonaerense.Las provincias ven con justificado temor que, de darse un eventual fallo a favor de la demanda de la gobernadora Vidal; terminarían pagando los aproximadamente 300 mil millones a los bonaerenses. Pero el estudio del IARAF no solo representa una advertencia sobre esta transferencia regresiva que se estaría por concretar tras las elecciones, sino que desnuda la arbitrariedad del concepto central de Cambiemos en materia fiscal. Son numerosas las señales que, en el campo del análisis fiscal, indican que la Nación parte de un doble estándar; adjudicando a las provincias una especie de anomalía crónica respecto al gasto público y disimulando sus excesos. El estudio de referencia muestra la falacia de esta discriminación, sobre la cual se intenta elaborar un sesgado proyecto de reforma a la Ley de Responsabilidad Fiscal. “Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago”, propone la Nación en materia fiscal.
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