Señora Directora: Es parte de un ensayo que escribí el 1 de junio de 2011. Decía, entre otras, que los actuales dirigentes del Partido Justicialista debían acordar, luego que la sentencia judicial 1.051 del Juzgado Federal obligara a las autoridades partidarias a realizar el 27 de marzo de 2011 internas para elegir candidatos para ocupar los cargos electivos en elecciones generales, norma explícita en la Carta Orgánica. Como la orden fue ignorada olímpicamente y no fue cumplida, el PJ, se ha visto condicionado a pactar únicamente lemas con otros partidos políticos, pero imposibilitado de proponer sus propios candidatos por resolución judicial.En este sentido, como un ritual, la historia hegemónica vuelve a repetirse; pues si en 1975 la falta de contenido ideológico y el autoritarismo fueron causantes de la conformación del Partido Auténtico. Análogamente, 36 años después, la diáspora de dirigentes peronistas se origina por similares motivos. Nada más, que en la ocasión, el resquebrajamiento reproduce la conformación no de un partido, sino el desgajamiento en varios lemas alejados del Partido Justicialista.Ahora bien. Si los actos producidos por el hombre en su dimensión histórica es cuestión de escalas y comparaciones, ¿Qué sentido tiene ser crítico del gobierno y acusarlo de autoritario, si miembros del Consejo Político avasallan, ellos también, normas esenciales de la Carta Orgánica que coartan derechos y garantías de sus afiliados? Y salvando la distancia, ¿no es lo mismo violar las leyes estando al frente de un partido político o de un gobierno provincial? Ética y moralmente no las hay.En resumidas cuentas, los argumentos esgrimidos y sostenidos por las autoridades del PJ para no llamar a elecciones fueron pura retórica. Si por esto se entiende la argucia de mezclar verdades con premisas falsas, con el solo fin de afirmar el unicato y evitar la posibilidad que otros afiliados los sustituyan en legítima confrontación. De paso y con el mismo filo, cercenaron el derecho de la rama femenina y de la juventud de estar representados en el Consejo Político Provincial, además dejando fuera de juego y sin organización alguna a los Consejos Políticos Municipales.En este estadio de cosas, recordemos que Erasmo de Rotterdam en su “Elogio a la locura” decía que el hombre tiene dos lenguas: “Cuando dice la verdad y cuando la acomoda a su circunstancia y conveniencia”. Entre nosotros, es el doble discurso que le dicen.Tal vez, por eso mismo, el general Perón acuñó para sí la frase de Aristóteles: “La única verdad es la realidad”. Y la realidad demuestra que el Partido Justicialista ha quedado vacío de contenido, e impedido de nominar candidatos para las próximas elecciones generales por resolución judicial.La otra realidad de esta acción antidemocrática está mostrando la constante diáspora de conspicuos dirigentes peronistas, que parten solitarios en busca de nuevos espacios políticos donde ubicarse, con el argumento que el PJ no los contiene. En consecuencia, sin unidad, la derrota del Partido Justicialista estará a la vuelta de la esquina.Observación: cualquier coincidencia con el orden nacional, no es casualidad.
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