La Corte Suprema de Justicia de la Nación hizo lugar ayer a la demanda entablada contra Misiones por la Administración Nacional de Parques Nacionales y rechazó la pretensión de la Provincia de reclamar para sí el dominio sobre uno de sus principales recursos naturales, las Cataratas del Iguazú, y dejó sin sustento a la creación el Parque Provincial en base a una ley sancionada en 2008. La norma, aprobada por unanimidad, se constituyó en un hecho de ribetes históricos, ya que la postura provincial se ajustó a lo que estipula la Reforma constitucional de 1994 en su Artículo 124, el cual establece que “corresponde a las provincias del dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio”. El fallo firmado por los jueces Lorenzetti, Maqueda, Highton de Nolasco y Rosenkranz, se limitó a glosar el dictamen de la procuradora Alejandra Gils Carbó, que basó su interpretación en que la Provincia no existía cuando se fundó el parque. Llamativamente, en base a este argumento, se declara la inconstitucionalidad de las leyes provinciales sin hacer ninguna consideración respecto al Artículo 124 reformado, fundamento de la legislación provincial cuestionada.Fuentes cercanas al gobierno provincial señalaron que la resolución no fue la esperada, ya que en 2014 se había añadido un artículo a la ley que declaraba la no injerencia en los intereses de Parques Nacionales. La Corte habría dado señales positivas tras la modificación del articulado, sin embargo el fallo no lo toma en cuenta. El desconocimiento del Artículo 124 reformado en lo que se refiere al “dominio originario” de sus recursos naturales, instalaría un precedente que puede dar lugar a más de un conflicto. La potestad provincial en cuanto a sus recursos naturales es un valor central en la definición de políticas de desarrollo en la actualidad. Se olvida que no sólo la letra, sino el espíritu de la Reforma del 94, muy presente en este artículo, impulsa una reivindicación de las autonomías provinciales. Aparentemente, con esta resolución de la Corte, quita con una mano a las provincias lo que le dio con la otra. Una constatación más del centralismo explícito que se impone en el país.
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