Tras su empate técnico en las PASO, Cristina Fernández se desquitó con sus aliados con poder territorial en el conurbano bonaerense.“¡Es un imbécil!”, aseguró sobre el intendente de Lomas de Zamora, Martin Insaurralde, distrito en el que la candidata a senadora por Buenos Aires esperaba sacar más votos de los que finalmente obtuvo, por lo que se descargó con varios de sus socios del peronismo bonaerenseAsí se lo afirmaron a Clarín fuentes de su espacio, “Unidad Ciudadana”: más allá de lo que haya dicho o como se mostró en público, la ex presidenta está de muy mal humor y no les responde . Como siempre ocurre en el kirchnerismo tras un fracaso, Cristina quiere descabezar a los responsables, y desde hace varios días dejó de atenderle el teléfono a algunos de los intendentes del conurbano que hicieron campaña por ella.Uno de los dirigentes que recibió frases secas e hirientes de Fernández fue Fernando Espinoza, jefe territorial de La Matanza: “Hablaste demasiado con los medios”, lo cruzó su Jefa, entre otras críticas por el estilo al dirigente cauto.La ex presidenta se refugia más que nunca en los consejos y diálogos que mantiene con su nueva asistente incondicional, la diputada nacional Teresa García y, como siempre, Oscar Parrilli, quien cumplía 66 años el domingo en las PASO, pero tuvo poco para festejar.Fuente:Nexofin
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