El pulpo sigue creciendo alimentado por su voracidad. Mientras aplica boletazo tras boletazo, implacable con los usuarios posadeños, extiende sus redes empresarias hacia otros destinos.En los últimos días, hubo versiones de que el Grupo Z quiere hacer pie en Encarnación y quedarse con el negocio del transporte público de pasajeros. Algunos en esa ciudad, se animan a afirmar que ya tiene sociedad con una de las empresas locales y eso le permitiría entrar de lleno al rubro.Los usuarios encarnacenos ya están al tanto de estas versiones y se están organizando en foros y redes sociales para rechazar la avanzada del monopolio posadeño. “No queremos que nos llenen de chatarras”, afirman en varios grupos de usuarios de Facebook, en alusión a los colectivos viejos que dejaron de circular en Posadas y empezaron a andar este año en la vecina ciudad. Es que las unidades amarillas, que ya cumplieron un ciclo en las calles posadeñas, estarían cruzando el Paraná para “renovar” la vieja flota de coches destartalados que todavía prestan servicio a los hermanos encarnacenos. Y la gente se enardece porque exige un servicio de calidad. No quieren el desecho de otras ciudades. El malestar de los ciudadanos apunta, también, contra el Concejo Deliberante local, conocido como Junta Municipal, dominado por los colorados opositores al actual intendente Luis Yd. Los concejales otorgaron el año pasado una extensión directa de la concesión a los actuales empresarios que prestan el servicio en Encarnación, sin cumplir con el requisito de convocar a una licitación para que puedan participar otros empresarios interesados. Los actuales están cuestionados por la mala calidad del servicio. En lugar de exigirle que mejoren, se los premió con varios años más de negocios en el transporte. Esa ordenanza, redactada a medida, incluye que las empresas incorporen unidades mejores a las que están circulando en la actualidad. Pero esas unidades no son nuevas, sino que ya habrían cumplido varios años de servicio en la Capital misionera.Ahí es donde cobra fuerza la versión de que el Grupo Z ya vendría haciendo negocios con las empresas encarnacenas y prepararía el terreno para un desembarco. Un alto funcionario de la Municipalidad de Encarnación comentó a PRIMERA EDICIÓN que “el rumor está instalado entre la gente, que la empresa monopólica de Posadas tiene una sociedad con una empresa local y ahora quiere acaparar todo el servicio”.Las actuales empresas brindan el servicio desde hace 50 años, sin documentación respaldatoria. Actualmente existen en la ciudad un total de 78 unidades de transporte público, pertenecientes a cuatro diferentes empresas. Del total, 22 son vehículos de menos de 10 años, el resto tiene entre 30 y 40 años de servicio, son obsoletos.La ordenanza polémicaEn junio, los ocho concejales municipales colorados votaron por darle vida a los “buses chatarra” de hasta 20 años de antigüedad, que circularán por siete años más por las calles de la moderna Encarnación. Esa ordenanza implica una renovación parcial de las unidades. Pero como se hizo en forma directa, sin licitar, el Intendente vetó la norma y envió otro proyecto para convocar a una licitación nacional.Los concejales “cajonearon” el proyecto y no lo trataron desde entonces. El Intendente acudió a la Contraloría General de la República de la Nación, organismo que le dio la razón atento a que todo servicio público se debe contratar previo a una licitación.Rechazan al monopolioLa “Coordinadora de usuarios del servicio de transporte público de pasajeros de Encarnación” denunció en su red social de <a href="https://web.facebook.com/EncarnacionCiudadDeChatarras/">Facebook </a>que la ordenanza polémica “sirvió para mantener la seguridad jurídica y hacer un contrato directo con las empresas de transporte”. “Esta ordenanza aprobada por la Junta fue aprovechada por dos empresas de transporte de Encarnación: línea 3 y línea 5, que vendieron ya parte de sus acciones a una empresa privada extranjera “Don Casimiro” de Argentina, que entrará a Encarnación a monopolizar otra vez el servicio”, expresaron en esa red social.Los concejales que aprobaron la ordenanza alegan que no quieren dejar sin trabajo a unas 500 familias que viven del transporte público. “Por su parte, el abogado Alfredo Chamorro Thompson, empresario de la línea 4, alega en los medios locales que fue ‘traicionado por sus colegas empresarios’ y que ahora esta empresa Don Casimiro ‘comerá’ a las pequeñas empresas locales que quedan”, señalaron en Facebook. “Queremos transportes públicos de calidad. Mejoramiento integral del sistema. No más parches ni monopolios. Queremos solución integral”, advirtieron los activistas encarnacenos.“Con la ordenanza 76/2017 aprobada por los ocho concejales (ANR) los transportistas locales tienen la seguridad jurídica para vender sus acciones a la empresa Don Casimiro. Así las chatarras de otros países, podrán depositarse en nuestra ciudad de Encarnación”, denunciaron en otra publicación.“Nos ‘jodieron’ bien grande y ahora Encarnación con Don Casimiro se convierte en el basurero de Argentina y Brasil”, se quejan.La oportunidad del grupo ZLa intención del Gobierno encarnaceno es que se convoque a una licitación nacional, lo cual dejaría afuera de la compulsa al ambicioso grupo posadeño. Sin embargo, los encarnacenos creen que así como hicieron para quedarse con el negocio del tren internacional que une esa ciudad con Posadas, también tendrán alguna estrategia a mano para entrar al transporte público local.“Las empresas locales están trayendo colectivos usados de Posadas, una de las empresas parece que ya vendió parte de sus acciones a los posadeños. Por eso la gente sospecha que los posadeños quieren entrar a la licitación por medio de la empresa encarnacena”, señaló el funcionario municipal consultado. “Hay versiones, se comenta en la calle y en las redes sociales, que la misma empresa que tiene el tren a través de una firma paraguaya con la que tiene nexo comercial, se presentaría a la licitación”, explicó. Encarnación tiene dos corredores. Por un lado la Ruta 1 y San Juan del Paraná y por otro, la Ruta Sexta, que comprende Capitán Miranda y Cambyretá.
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